A su vez, la demanda interna estaría impulsada por el aumento del 3,3% en el consumo total. Este incremento estará liderado principalmente por el consumo privado, que crecerá un 3,6%. Martha Coronel, economista de Mentu, explicó que este nivel refleja una "normalidad" en el consumo, alineándose con el promedio de años anteriores en los que no se registraron shocks significativos.
“El consumo privado es crucial porque actúa como la contraparte de lo que producen las empresas. Si los hogares no demandan, la producción tiende a estancarse, los precios bajan y la economía pierde dinamismo en el siguiente período”, afirmó Martha Coronel. Este equilibrio entre producción y consumo garantiza una dinámica saludable, donde las empresas pueden seguir operando y generando ingresos.
Por otro lado, el sector de la construcción tendrá un crecimiento proyectado del 4,3%, y la inversión en maquinarias impulsará la expansión del 3,9% en la formación bruta de capital fijo durante 2025. Este ritmo es 1,9 puntos porcentuales menor al estimado para 2024, reflejando una moderación de las inversiones, aunque estas se mantendrán en terreno positivo.
“Cuando las empresas invierten en maquinaria y en proyectos de construcción, dinamizan el sector en cuestión y generan un efecto multiplicador en la economía. Más rutas, hospitales y viviendas significan más empleo y mayor circulación de dinero”, señaló Coronel. Este tipo de inversiones refleja un clima favorable, aunque moderado, para el desarrollo económico.
Dentro de la ecuación económica, el gasto del Estado también jugará un papel importante. El incremento del 2% en este rubro estará orientado principalmente a proyectos de infraestructura, como hospitales y carreteras, que generan empleo directo e indirecto. La colaboración entre el gasto público y la inversión privada crea un entorno propicio para que sectores como la construcción mantengan su relevancia en el crecimiento del PIB.
En el ámbito internacional, las exportaciones crecerán un 3,5%, superando a las importaciones, que aumentarán un 2,4%. Sin embargo, la balanza comercial cerrará con un déficit de US$ 38,4 millones, debido, en parte, a los altos costos de las importaciones. Con dicho resultado, el saldo de la cuenta corriente del país representaría el -0,9% del PIB.
A pesar de este resultado, Coronel subrayó la importancia de que las exportaciones encuentren mercados sólidos para absorber los excedentes de producción, contribuyendo al equilibrio económico. “La clave está en mantener un equilibrio entre todos los componentes del gasto, asegurando que las inversiones sean eficientes, el consumo se mantenga dinámico y las exportaciones encuentren mercados sólidos. Solo así se podrá garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible”, concluyó Coronel.
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