La ingeniera Sofía Balansa, de la Asociación Paraguaya de Criadores de Hampshire Down, mencionó que, aunque la raza fue una de las primeras especies ovinas en Paraguay, su asociación cumplirá apenas cinco años en noviembre próximo. A pesar de su corta historia gremial, la raza ha crecido rápidamente debido a su alta adaptabilidad, precocidad y calidad de carne.
“El Hampshire Down es la raza que los ganaderos eligen hoy por su adaptabilidad, precocidad y aptitud carnicera impresionante. Además, la raza es mellicera, con partos fáciles que dan dos corderos fuertes al año”, sostuvo Balansa.
En cuanto a la demanda, la criadora mencionó que se reunieron con el Viceministerio de Desarrollo Social para planificar un plan piloto que distribuirá platos a base de carne ovina en algunas escuelas de Misiones. Sin embargo, lamentó que aún no tengan la producción suficiente para cubrir todas las escuelas del país.
Entre los principales obstáculos para la raza y la producción ovina en general, Balansa mencionó la falta de vientres reproductores y de un censo ovino que permita tener un mejor registro del ganado y mejorar la genética y calidad de la carne nacional.
A pesar de estos retos, los criadores de Hampshire Down también han estudiado la posibilidad de exportar su carne a Brasil. Aunque la idea entusiasmó a los técnicos extranjeros, la criadora explicó que no lograron cumplir con el gran volumen solicitado por el vecino país.
La creciente demanda de carne ovina demuestra un enorme potencial para los criadores de Hampshire Down y otras razas ovinas, dejando tanto al mercado nacional como internacional expectantes del salto productivo que los criadores puedan lograr.
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