¿Cómo nace Altohondo?
Altohondo es un negocio familiar que lo iniciamos hace muchos años. En principio teníamos un solo campo, que está situado a 120 kilómetros de Asunción sobre el río Pilcomayo que lo adquirimos en 1972. Pero luego con auge ganadero que se dio unos años más tarde, decidimos seguir invirtiendo y al cabo de un tiempo, iniciamos el desarrollo de otro campo más que está ubicado en el Chaco Central.
Hoy estamos trabajando en ambos establecimientos y haciendo ciclos completos de cría, recría y terminación de novillos. Estamos muy contentos, este año, culminamos nuestro proyecto de agricultura con el cual vamos a empezar a producir también maíz, soja y sorgo para el encierre de los machos. El objetivo es que ellos permanezcan 100% encerrados y las hembras estén en el campo produciendo terneros. Como empresa, apuntamos siempre a seguir creciendo y también a aportar al desarrollo del país.
¿Cómo ve actualmente al sector pecuario nacional?
La ganadería está siempre en constante evolución, pero en este preciso momento el sector se encuentra muy golpeado, es imposible obviar esta situación que nos aqueja. En primer lugar, las lluvias y la creciente nos afectaron muchísimo, hasta el momento seguimos sin poder tener acceso directo a los campos, estamos extremando esfuerzos para poder llegar a los establecimientos y acercar las provistas que necesitamos para continuar con la producción. Y en segundo lugar, estamos lidiando con el problema de nuestros presupuestos, que lamentablemente se han visto deteriorados a raíz de que los frigoríficos están pagando prácticamente un 25% menos de lo que estábamos recibiendo el año pasado. La situación no es la mejor actualmente.
Además de lo mencionado, ¿qué otros desafíos enfrenta la ganadería paraguaya?
La falta de nichos de mercado para nuestra carne, Paraguay se está quedando atrás en este aspecto. Se ha trabajado mucho y también se ha invertido mucho en genética y en el desarrollo de los campos y creo que hoy tenemos un ganado que no le debe absolutamente nada a ningún país de América, tal es así que Estados Unidos estaría abriéndonos su mercado de aquí a poco, pero lamentablemente no tenemos resonancia en otros mercados importantes, como el de la República Popular de China, al cual no estamos pudiendo acceder. Sin embargo, todos los países vecinos sí lo están haciendo y logrando precios mucho más competitivos que nosotros.
Este es un reclamo a nivel país, necesitamos imperiosamente la apertura de China Continental, dado que Uruguay, Argentina y Brasil, sin menoscabar la calidad de su carne, están enviando reses enteras y enfriadas y nosotros con la calidad que tiene la nuestra, apenas tenemos un pequeño cupo con Taiwán, que ni siquiera nos permite hacer envíos de 20.000 toneladas anuales como lo hacíamos antes, porque nos están limitando en precio también. Considero que hay que deponer un poquitito las actitudes políticas y mirar un poco más hacia la producción y hacia a la gente que está invirtiendo y trabajando por el país. Esa es la tarea pendiente del sector público.
Paraguay evolucionó mucho en genética, ¿considera que supera a otros países de la región en este aspecto?
Tenemos un ganado adaptado y eso quiere decir mucho. Países que están en el trópico están llevando nuestro ganado en pie, como el caso de Ecuador, que logró excelentes resultados por la adaptación que tienen nuestros animales. Son años y años de trabajo que los productores han estado invirtiendo y trabajando para la adaptación del material genético paraguayo. No tenemos nada que envidiar a otros países.
Ganadera Altohondo es justamente uno de los establecimientos que se destaca por la excelente calidad de sus ejemplares, ¿cómo lo lograron?
La verdad es que cada campo tiene su especialidad, algunos se dedican a la cría o recría y otros a la invernada. En nuestro caso, clasificamos el material genético que tenemos y ofertamos reproductores de alta calidad a los interesados en la adquisición de estos animales. Nuestro ganado se destaca por tener un buen comportamiento gracias a la adaptación que hemos logrado. Nos especializamos en la comercialización de ejemplares de las razas Brangus y Braford y ahora estamos arrancando también nuestra cabaña de Brahman en el Chaco Central.
¿Cómo ve a las principales razas del país?
Existe una armonía total entre todas las razas de nuestro país, cada una tiene su lugar, su espacio y su utilidad. Todas están trabajando bien y expandiéndose a nivel país. La evolución de las razas británicas ha sido admirable, un ejemplo de ello es la Hereford, que está trabajando fantásticamente bien, adaptando un material genético que los expertos consideran difícil de adaptar. Creo yo que estas son las cosas que valen la pena destacar y demuestran la capacidad que tiene el productor paraguayo.
Por último, ¿qué cree que le falta a Paraguay para ingresar a las grandes ligas del mercado de la carne?
Debemos reconocer que el sector público, especialmente Senacsa, ha dado muestras de que se puede trabajar bien en conjunto con el sector privado, pero creo que nos falta sentarnos un poco más a dialogar para alcanzar objetivos comunes. Necesitamos más acompañamiento del gobierno para abrir estos mercados, eso es lo principal. Si nos dejan trabajar, si nos ponen el marco y las reglas claras de juego, las vamos a cumplir y producir, pero está en ellos darnos una mano.
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