“Queremos que el financiamiento funcione como apalancamiento para orientar las inversiones hacia una producción ganadera sostenible”, explicó a InfoNegocios el presidente de la MPCS, Hugo Sánchez. La iniciativa propone beneficios crediticios concretos para productores que ya aplican –o desean aplicar– prácticas responsables en sus establecimientos, con miras a mejorar la productividad, cuidar el ambiente y generar impacto social.
En ese marco, el pasado 11 de junio se llevó a cabo una reunión interinstitucional entre el BNF, la MPCS y WWF-Paraguay. Este encuentro permitió alinear esfuerzos del sector público, privado y la cooperación para avanzar hacia un modelo de producción cárnica que sea ambientalmente responsable, socialmente justa y económicamente viable. “La articulación de actores es fundamental para alcanzar un desarrollo sostenible real, sin sacrificar la competitividad del sector ganadero”, resaltaron desde las organizaciones participantes.
El primer paso concreto de esta alianza fue iniciar la capacitación de los analistas de crédito y gerentes del BNF en conceptos de ganadería sostenible. “Es importante que quienes evalúan las solicitudes de financiamiento conozcan y valoren las buenas prácticas que se implementan en el campo”, señaló Sánchez. Estas capacitaciones incluyen la introducción del sistema de autoevaluación SAGA (Sistema de Autoevaluación de Ganadería Sostenible), desarrollado por la MPCS.
Disponible online y en formato app, el SAGA permite al productor obtener una radiografía precisa de su establecimiento en seis áreas cruciales. Al completar el cuestionario, el sistema genera una puntuación y ofrece comparaciones con el promedio de otros usuarios, lo que permite identificar puntos fuertes y oportunidades de mejora. “Es una herramienta práctica, gratuita y ya disponible para los ganaderos que quieran saber dónde están parados en términos de sostenibilidad”, aseguró.
Si bien actualmente no existe una certificación formal, la MPCS reconoce públicamente a los productores con alta puntuación mediante el programa Campeones de Sostenibilidad. Este reconocimiento reputacional se basa en una verificación de los resultados del SAGA. No obstante, avanzar hacia una certificación sigue siendo un desafío, principalmente por la falta de incentivos en el mercado local. “Hoy no hay un sobreprecio por la carne certificada, y eso desalienta al productor. El estímulo económico es fundamental”, indicó Sánchez.
Una de las iniciativas piloto en marcha es la certificación PPP, (Paisajes Productivos Protegidos) que busca llevar carne paraguaya con sello sostenible hasta el mostrador. El proyecto se encuentra en fase de prueba, evaluando la reacción del consumidor ante productos certificados. “El ganadero paraguayo quiere producir bien, pero también busca que ese esfuerzo tenga retorno”, afirmó el titular de la MPCS.
Según datos del Infona, más del 80% de los establecimientos ganaderos en Paraguay no deforestan y cumplen con la legislación ambiental vigente. Este dato refuerza la afirmación de que Paraguay ya cuenta con una base sólida para hablar de ganadería sostenible. “Producimos a cielo abierto, con pasturas, bienestar animal y bajo impacto ambiental. Tenemos las condiciones, ahora necesitamos visibilizarlas”, sostuvo Sánchez.
El proyecto de financiamiento verde busca justamente eso: transformar las buenas prácticas en ventajas competitivas. Si todo avanza como está previsto, antes de fin de año podría lanzarse una línea de crédito diferenciada para quienes apuestan por una ganadería que conserve los recursos naturales sin dejar de crecer.
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