Jacob Brits, propietario de la cabaña, conversó con InfoNegocios y detalló que este año llevaron 27 animales a bozal para competencia y exhibición, junto con 22 ejemplares a campo, sumando un total de 49 ovinos. ¿El resultado? Todos los animales fueron premiados en sus respectivas categorías, y 10 de ellos obtuvieron títulos mayores, como Gran Campeón y Reservado Gran Campeón, en ambas razas.
“Nos llevamos el Gran Campeón y Reservado tanto en machos como hembras, en Dorper y White Dorper. También logramos tercer mejor macho y hembra en White Dorper. Fue una participación completa y muy exitosa”, celebró Brits.
Pero el logro no quedó solo en los galardones. Durante el remate a bozal, Doña Ana vendió el Dorper de mayor valor de toda la Expo, un macho que alcanzó G. 62.400.000, adquirido por Cabaña Don Tilo de Caaguazú. En White Dorper también marcaron récord: el Gran Campeón fue vendido en G. 30.000.000 a criadores de Uruguay, del establecimiento Los Guayabos.
Según explicó Brits, la cabaña concretó la venta de 32 animales en total, de los cuales 22 fueron ovinos a campo y 10 a bozal, muchos de ellos premiados. Además, destacó que varios de los compradores internacionales adquirieron animales puros con destino a reproducción. “Vendimos bastante a Argentina y Uruguay. La exportación de animales vivos es una parte clave de nuestro modelo”, señaló.
Doña Ana es pionera en la introducción de Dorper en Paraguay. En 2008, en conjunto con Granja San Bernardo, realizaron las primeras importaciones de esta raza, caracterizada por su rusticidad y excelente rendimiento cárnico. Actualmente, se dedican exclusivamente a Dorper y White Dorper, aunque también manejan líneas de cruzamiento para carne.
Además del enfoque genético, la cabaña desarrolla una línea de comercialización de carne ovina en el mercado interno. “En Caaguazú tenemos un mini frigorífico donde faenamos por pedido. Tenemos clientes frecuentes y otros eventuales, como tiendas de asado”, contó. A través de su local comercial, ofrecen cortes frescos y embutidos de cordero, como chorizos artesanales.
La cabaña también cuenta con animales seleccionados para faena cuando no cumplen los estándares de calidad genética. “Lógico, los animales descalificados no se descartan: se aprovechan como carne, lo que completa un ciclo productivo eficiente”, explicó Brits.
Respecto a la exportación de genética como semen o embriones, señaló que el país aún enfrenta limitaciones. “Hoy no contamos con un centro de colecta habilitado en Paraguay, por lo que no estamos exportando genética en ese formato. Pero sí enviamos animales vivos, y las últimas exportaciones salieron hace apenas dos semanas”, indicó.
Con su participación en la Expo Paraguay y las exportaciones recientes, Doña Ana continúa posicionándose como un actor relevante del rubro ovino en Paraguay y la región. Mientras tanto, parte de su genética ya compite en otras pistas: animales anteriormente exportados están siendo evaluados en la Expo Rural 2025, que se está desarrollando en la localidad de Palermo (Argentina), donde Brits también participa como jurado.
El camino de Doña Ana es el reflejo de una cabaña que apuesta fuerte por la calidad, tanto en pista como en el mercado, combinando innovación genética con un modelo de negocio que integra producción, comercialización y exportación.
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