“Podría decirse que Pozzi nació de una mezcla entre curiosidad, pasión y muchas ganas de crear algo propio”, contó Martha. Aunque su formación inicial fue en Economía, siempre sintió una fuerte atracción por la cocina. “Tengo un título de técnico superior en gastronomía y alta cocina, pero la pastelería fue la que siempre me llamó. Empecé de forma autodidacta, probando recetas en casa, experimentando sabores y ahí descubrí que era mi verdadera pasión”.
Así nació Pozzi, primero como un pequeño emprendimiento online, con tortas y postres hechos de noche, y con el tiempo, como una pastelería con identidad propia. “Yo quería crear una pastelería con carácter, con personalidad, donde cada postre cuente una historia”, dijo.
Cada torta, cookie o postre en barra combina técnica, estética y alma artesanal. “Nos diferencia esa mezcla de técnica, buen gusto y actitud. Creemos que la pastelería puede ser sofisticada sin ser seria. Jugamos con texturas, contrastes, sabores intensos, pero siempre con ese toque divertido, descarado, que nos define”, afirmó Martha.
Martha insiste en que nada es al azar. “Cada postre tiene que ser visualmente irresistible, pero sobre todo, tiene que emocionar al probarlo. Nos gusta que cada creación tenga identidad propia; una torta no es solo una torta, es una experiencia desde cómo se ve en la vitrina hasta cómo se siente el primer bocado”.
Una de las grandes innovaciones de Pozzi es su propuesta Fat & Fit, dos líneas que resumen la filosofía de la marca, disfrutar sin culpa y con equilibrio. “En Pozzi creemos que el placer y la salud no tienen por qué estar peleados. La idea surgió de una necesidad real, muchas personas quieren disfrutar un postre rico, sin culpas, pero sin resignar sabor ni textura”.
“Fat es puro placer, postres intensos, golosos, irresistibles, pero siempre en su punto justo, sin excesos, mientras que Fit, en cambio, está pensada para quienes buscan opciones sin azúcar, con harinas alternativas o más livianas, pero igual de deliciosas. Ambas líneas comparten el mismo principio, hacer las cosas bien, usar buenos ingredientes, cuidar los procesos y mantener ese equilibrio entre lo rico, lo lindo y lo honesto”, resaltó Martha.
Hoy, Pozzi ofrece cerca de 70 variedades de postres y tortas, desde clásicos reinterpretados hasta combinaciones atrevidas que sorprenden, como su torta de espinaca con crema de queso dulce, o el infaltable cheesecake japonés, uno de los más pedidos junto con la torta vasca y el cheesecake de pistachos. La carta también incluye cookies, postres en barra, pepas saludables y delicias con harinas de avena, almendras, coco y nueces.
Cada viernes, los fanáticos esperan el ya tradicional Box Cuatro Cuartos, una caja con cuatro porciones distintas que se agotan antes de llegar al fin de semana. “Hace cuatro años que tenemos esta promo, y no la podemos suspender porque los clientes la aman. Los lunes abrimos la agenda, y en horas ya está todo reservado”, contó.
Detrás de esa filosofía, hay una premisa inquebrantable, la calidad no se negocia. “Usamos ingredientes de primera, cuidamos los procesos, trabajamos con amor. Buscamos equilibrio entre lo rico, lo lindo y lo honesto. Ese es nuestro sello”, destacó.
El local de Pozzi, pequeño y coqueto, refleja exactamente lo que Martha soñó, una pastelería con alma. “Nos inspiramos en las pastelerías europeas, queríamos algo acogedor, donde dé gusto entrar. Que los clientes se sientan bienvenidos, como en casa”. Cada detalle, desde la fachada hasta la vitrina, fue pensado para transmitir cercanía, calidez y esa sensación de estar en un lugar especial, donde todo se ve bien, huele bien y sabe aún mejor.
“Yo no sueño con que Pozzi sea la pastelería más grande, sino una de las mejores. Quiero que se reconozca por su excelencia, su autenticidad y su buen gusto. Que crezca, sí, pero sin perder su esencia. Lo he hecho con amor, con cuidado y con esa obsesión linda por el detalle. Quiero que cada persona que pruebe algo de Pozzi sienta que detrás hay pasión, respeto por el oficio y un compromiso con la calidad que no es negociable”, concluyó la fundadora.
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