El local es un rincón pequeño y coqueto, escondido en el barrio Herrera, que cuenta con detalles que enamoran desde la entrada. Nada está puesto al azar, todo tiene un porqué y para explicar mejor lo que se refiere al salón y a los productos está Karen Ortellado, el alma de este negocio que a simple vista es una tienda, sin embargo, tiene mucho que contar.
Karen es tea sommelier y tea blender; ella se preparó en Argentina. Aprovechó cada viaje para adentrarse en el mundo del té y se nutrió en todas las capacitaciones a las que pudo asistir en forma presencial u online. Siempre acompañada de su hermana Leticia, estudiante de arquitectura, logró crear este espacio dedicado exclusivamente al té. Una cálida boutique en donde se mezclan sabores, aromas, texturas y lugar que, sin duda, no dejará indiferente a nadie, ya que brinda un momento sin igual en nuestro país.
Para las hermanas Ortellado, el té es mucho más que una bebida, es una forma de arte y un estilo de vida. “La tierra es fuente inagotable de botánica, tan noble para crear mezclas y compartirnos sus virtudes. Virtu Té Atelier es un tributo personal a la ciencia, el arte y la naturaleza presentes en la milenaria cultura del té”, expresó Karen.
La fundadora de este espacio se inspiró en Alicia en el País de las Maravillas, un libro que atesora sus mejores recuerdos de infancia y que, por supuesto, está expuesto junto a los productos. “Desde niña me encantó la magia que envuelve la hora del té. Somos cuatro hermanas, pero ellas tardaron en llegar, así que aprendí a jugar solita, dando rienda a mi imaginación”, cuenta.
Los personajes de su historia preferida cobraban vida y ella se sumergía en un encuentro maravilloso que más tarde fue revelador. Karen preparaba la mesa de te? con las vajillas de porcelana de su abuela y cortaba plantas del jardín para sus blends. Este mundo de aventuras la impulsó a seguir sus propios sueños.
Ella también es administradora de empresas, pero su amor por el té estuvo presente desde que tenía cinco años. A pesar de que fue Karen la que tuvo la idea, la fuerza de este negocio radica en que se fue armando como un mosaico. Su familia y su guía espiritual fueron sus principales pilares, según nos contó la joven emprendedora.
Todo un ritual
“Para su origen de Oriente, el momento del encuentro debe ser sagrado. No existe el antes ni el después, la prisa ni la preocupación. El anfitrión pone su alma al servicio de sus invitados, en silencio y en máxima concentración”, explicó la joven emprendedora.
Fue una deliciosa sorpresa disfrutar de una cata guiada por Karen. Probamos dos tipos de tés realmente fascinantes. Despacio y con delicadeza ella colocó las hebras en una tetera que cuenta con un infusor especial, agregó el agua a temperatura, colocó el reloj de arena y así empezó la experiencia Virtu.
Cada sorbo logró transportarnos a un momento de paz. Las hebras de té llegan de India, Sri Lanka, Japón, China y Taiwán; países impregnados de tradición y legado memorable en la cultura del té. “Las hojas de la misma planta pueden producir diferentes aromas, sabores y texturas que, en contacto con el agua, nos comparten sus virtudes”, mencionó Karen.
Regalos con sentido
En este atelier podés encontrar diferentes cajas diseñadas especialmente para regalar y una amplia colección de tés de origen, cuidadosamente seleccionados desde jardines certificados y cuya trazabilidad está al alcance del cliente. “Los blends se renuevan y se reinventan constantemente”, aclaró Leticia.
A la hora de darse el gusto o regalar a un amigo, nada mejor que una de las cajas de regalos de Virtu. El lugar es atendido por sus propias dueñas, así que cada caja, cada regalo es único y especial. Son obsequios con sentido, que se adecuan a la virtud y las preferencias de cada persona. Unos gramos de felicidad envueltos en una idea muy original.
También realizan catas privadas de hasta cuatro personas en el local, así como catas para eventos especiales y asesoramiento a restaurantes que deseen agregar el producto a su menú, brindando la oportunidad de seducir a los paladares más exigentes, atentos a conocer y descubrir diferentes tipos de té de cosechas especiales.
Finalmente, las hermanas anunciaron que en el Atelier están trabajando e investigando arduamente para lanzar al mercado productos derivados del té como jabones, velas, entre otros. Cabe mencionar, que la marca se prepara para lanzar próximamente su tienda online.
Conocé el local
La autenticidad de Karen y Leticia sumado a la espiritualidad que envuelve cada detalle, hacen que todo aquel que visite Virtu Té pueda vivir una experiencia sensorial envolvente. Cada día puede empezar de una manera diferente y qué mejor que con un buen té. Un momento de placer ¡Un viaje fascinante!
Virtu Té Atelier solo recibe visitas con previa cita. El local está ubicado sobre Lillo 2165 casi Bélgica. Las reservas se pueden hacer llamando al (0991) 348-834. Más información en sus redes sociales @virtu.py
Tu opinión enriquece este artículo: