Las mipymes en Paraguay constituyen un factor fundamental de la economía, destacándose por su significativa contribución a la generación de empleo y al desarrollo social y económico. No obstante, enfrentan obstáculos importantes relacionados con la formalización, el acceso al financiamiento y la competitividad. En este contexto, la Ley 6.480/20 de Empresas por Acciones Simplificadas (EAS) y su reglamentación, así como los avances en digitalización y tecnología, ofrecen nuevas oportunidades para fortalecer el sector. Aquí analizamos el marco regulatorio vigente, las oportunidades de crecimiento y el futuro de las mipymes en Paraguay, destacando los caminos que pueden seguir para superar los desafíos y aprovechar las tendencias emergentes.
Las mipymes: motor de la economía paraguaya
Las mipymes desempeñan un rol esencial en el tejido empresarial paraguayo. Son responsables de una parte significativa del empleo formal e impulsan la economía mediante la producción y comercialización de bienes y servicios. Sin embargo, enfrentan desafíos y dificultades, como la persistente burocracia, la limitada oferta de financiamiento y la competencia con grandes empresas.
Para contrarrestar estas dificultades y promover su desarrollo, Paraguay ha implementado diversas estrategias y políticas públicas que buscan fomentar la formalización de las mipymes, facilitarles el acceso a incentivos fiscales y financieros, y mejorar su competitividad.
Marco regulatorio
Las mipymes están constituidas por unidades económicas que organizan el trabajo y el capital, y se ocupan del trabajo artesanal, industrial, agroindustrial, agropecuario, forestal, comercial o de servicios. Sus categorías están establecidas en el artículo 5 de la Ley 4.457/12, modificada por la Ley 7.444/25.
En Paraguay las mipymes están reguladas por las siguientes normas, políticas públicas e iniciativas gubernamentales orientadas a facilitar su creación, formalización y crecimiento:
Ley 4.457/12 “Para las mipymes”, modificada por Ley 7.444/25.
Es la normativa base que reconoce oficialmente a las MIPYMES y establece medidas para su promoción, asistencia técnica, acceso a financiamiento y participación en compras públicas.
Ley 6.480/20 “Que crea la Empresa por Acciones Simplificadas (EAS)”, reglamentada por Decreto 3.998/20.
Esta ley y su reglamentación permiten constituir una empresa de forma rápida, 100% digital, con uno o más accionistas y menor carga burocrática. Está especialmente diseñada para emprendedores y mipymes, reduciendo los costos y tiempos de formalización.
Oportunidades de crecimiento
En el sesgo indicado, el entorno económico actual ofrece numerosas oportunidades para las mipymes paraguayas, en particular en sectores emergentes como la tecnología, el comercio electrónico y la economía verde. La transformación digital ha permitido a muchos pequeños negocios ampliar su alcance, reducir la dependencia del comercio físico y explorar nuevos mercados, incluso a nivel internacional.
Asimismo, el dinamismo del sector agroindustrial ofrece oportunidades para las mipymes que puedan innovar en áreas como la transformación de productos, logística o comercialización.
Otros nichos en expansión incluyen el turismo sostenible y la producción artesanal, los cuales pueden generar ingresos y empleo en diversas regiones del país. Por ejemplo, a través de un programa de turismo que abarque todos los Departamentos del país, se podrían ir potenciando el comercio y la expansión de diversos sectores, como el artesanal, gastronómico y entretenimiento local, mayormente explotados por mipymes. La ruta turística podría arrojar buenos resultados a economías locales, beneficiando a distintos sectores y dando trabajo a los pobladores de distintas ciudades de nuestro país.
Perspectivas futuras
El futuro de las mipymes en Paraguay estará condicionado por la capacidad del Estado de ejecutar eficiente y eficazmente políticas públicas tendientes a desarrollar a los pequeños y medianos emprendedores, estimulando y motivando constantemente a sectores que puedan colaborar con el desarrollo del país. También la iniciativa privada es relevante para la consecución de las metas. Así, el éxito para las mipymes estará condicionado a una conjunción de esfuerzos de los sectores público y privado, con una buena gestión del Estado y el valioso aporte de la iniciativa privada.
El avance hacia modelos de producción sostenibles y la economía circular también representa una oportunidad estratégica, especialmente para aquellas mipymes que adopten prácticas responsables y respetuosas con el medio ambiente.
La inclusión financiera será otro factor decisivo, ya que facilitará el acceso a servicios bancarios y líneas de crédito beneficiosas para emprendedores que buscan crecer y expandirse tanto a nivel local como internacional.
De la forma indicada, para garantizar la prosperidad de las mipymes, es esencial que tanto el sector público como el privado continúen promoviendo iniciativas que fomenten la formalización, el financiamiento y la innovación. Con un enfoque estratégico, inclusivo y sostenible, las mipymes pueden consolidarse como motores del desarrollo en los próximos años.
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