La revelación fue hecha en una entrevista con la revista australiana CarExpert, donde Winkelmann sostuvo que la marca aún no tomó una decisión definitiva sobre si su cuarto modelo será un eléctrico puro o un híbrido enchufable como el actual Urus. “La curva de aceptación de los coches eléctricos a nivel mundial, no solo en nuestro segmento, se está aplanando”, explicó el ejecutivo. Y agregó que, en el caso de marcas como Lamborghini, el problema es más profundo: “Nuestros clientes quieren que su inversión se mantenga en el tiempo, y hoy los vehículos eléctricos de lujo están perdiendo valor más rápido de lo esperado”.
La caída en la demanda global de autos eléctricos, sumada a un entusiasmo moderado por parte del segmento de compradores de superdeportivos, parece haber sido determinante. Originalmente anunciado para 2028, el Lanzador ya había sido retrasado a 2029, y ahora su arquitectura misma está en duda.
Con un diseño coupé 2+2 algo más elevado que los deportivos tradicionales de la marca, el Lanzador fue concebido para el uso diario, más versátil que modelos como el Aventador o el Huracán. En ese contexto, una motorización híbrida enchufable podría posicionarlo mejor en el mercado actual, equilibrando prestaciones, eficiencia y menor riesgo de obsolescencia.
Lamborghini no sería la única en virar hacia lo híbrido. Ferrari ya trabaja en modelos híbridos desde hace años y Porsche ha tenido éxito con variantes como el Panamera Turbo S E-Hybrid. La misma BMW apostó por el M5 PHEV. En todos los casos, el enfoque es ofrecer potencia sin renunciar a una mínima autonomía eléctrica que permita moverse en ciudad sin emisiones.
Así, la electrificación total parece haber perdido algo de tracción en el universo de los autos de alta gama. Mientras que en los segmentos populares el avance del vehículo eléctrico se enfrenta a barreras de infraestructura y costos, en el mundo del lujo pesa la percepción de exclusividad, durabilidad y valor a largo plazo.
La transición energética sigue su curso, pero no será lineal ni uniforme. En el caso de Lamborghini, la decisión final sobre el Lanzador podría marcar un giro importante en su estrategia futura. Por ahora, el proyecto sigue en desarrollo y sin confirmación oficial sobre su motorización definitiva, pero la puerta a una electrificación total parece cada vez más entreabierta.
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