Primero que nada, no es la primera vez que una marca de juguetes prueba suerte en el cine, ya lo hizo Hasbro con sus figuras de acción de GI Joe en el live action del 2009 y una secuela en el 2013 y anteriormente, en el 2007 con Transformers (aunque la serie animada es de 1984); Lego en el 2014, a la cual le siguieron otras adaptaciones como Lego Batman; Trolls en el 2016.
Por otra parte, este año también fue bueno para las adaptaciones de videojuegos, a principios de año con la serie de HBO The Last of Us, adaptada de la historia del videojuego de PlayStation; y The Super Mario Bros Movie, videojuego propiedad de Nintendo.
De hecho, hasta ahora las películas más taquilleras del 2023 son: The Super Mario Bros Movie en primer lugar y le sigue Barbie. Es así que el éxito de ambas cintas, sin dudas será aprovechado por las grandes compañías para seguir explotando esta mina de oro, así como lo hicieron en su momento Marvel y DC (y lo siguen haciendo).
Y, por otro lado, este año tenemos a la cinta Air, dirigida por Ben Affleck, la cual narra cómo surgieron las zapatillas de básquet Air Jordan de Nike y el trato comercial con un novato Michael Jordan.
Pero yendo al origen, el product placement es una estrategia publicitaria con la cual se incluyen productos, marcas o servicios en programas de televisión, películas, videos musicales, videojuegos u otro tipo de contenido de entretenimiento. Así se busca promocionar los productos de forma sutil, beneficiándose con la popularidad de la plataforma escogida.
La idea es incorporar el producto de forma natural a la trama; por ejemplo, cuando un personaje conduce cierta marca de automóvil, se comunica mediante un smartphone o bebe una cerveza específica. Tal es así que en Cobra Kai cada vez que el personaje de William Zabka -Johnny Lawrence- toma una cerveza, siempre es de la marca Coors. O bien en la saga de Rápidos y furiosos, podemos ver a Dominic Toretto, interpretado por Vin Diesel, bebiendo casualmente una cerveza Corona.
Además, en la película Náufrago del 2000, protagonizada por Tom Hanks, con Fedex y con una escena en la que todos terminan gritando una marca: ¡Wilsooooooon! Otro buen ejemplo, en donde Hanks también es protagonista, es Forrest Gump, en la que aparecen Nike, Bubba Gump Shrimp Co, National Geographic, revista Fortune y Apple, entre otras. Y mucho antes, en 1986, vemos a Maverick -Tom Cruise- lucir unas gafas de sol modelo aviador de Ray-Ban en Top Gun.
Pero entre Barbie y los últimos ejemplos hay una diferencia: en la primera el producto es el protagonista de la historia mientras que, en el segundo, es un agregado. ¿La ventaja? Aprovechar la conexión de los espectadores con los personajes, pues muchos de ellos llegan a ser sus favoritos.
Claro que estos agregados no siempre son muy sutiles, como lo fue en el caso de la película World War Z (alerta spoiler), cuando el personaje de Brad Pitt consigue inmunidad frente a la plaga zombie y antes de atravesar una manada de infectados, se detiene frente a una máquina expendedora y se bebe una Pepsi con toda la calma del mundo.
Recientemente McDonald 's presumió en su cuenta de Instagram todas las veces en que sus productos aparecieron en el cine, y la lista es larga.
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Desde Ricky Ricón, el anime The Devil Is a Part-Timer, Seinfeld, The Office, Friends hasta Loki, en todos los casos se nombró o mostró un producto de la multinacional. Algo para tomar nota, porque así la marca demostró, en una sola vez, tantos ejemplos de cómo hacer product placement. Y solo para aclarar, en esta nota, no hay un trato de product placement.
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