Entre estos espacios protegidos se destacan la Reserva Ecológica del Banco San Miguel, Bahía de Asunción, la Reserva de Paisajes Protegidos del Cerro Lambaré, la Reserva Natural del Regimiento de Caballería N° 4, Zeballos Cué, y el Parque Ecológico del Río, ubicado en las inmediaciones del Jardín Botánico. Sin embargo, la conservación de estas áreas enfrenta numerosos desafíos, según explicó Darío Mandelburger, director de bioseguridad del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Social (Mades).
Mandelburger señaló que estas reservas están bajo distintos regímenes de administración, incluyendo el municipal y el militar. Cada una de ellas tiene características particulares y alberga una gran biodiversidad, con una variedad de especies florísticas y faunísticas que habitan en estos espacios. “Cuantas más aves hay en una zona, más saludable es el ecosistema”, enfatizó. Además, estas áreas cumplen un rol clave en la mitigación del impacto urbano y en la regulación climática, sirviendo de barrera natural contra la contaminación del aire y ayudando a reducir la temperatura en la ciudad.
Uno de los mayores desafíos que enfrentan estas reservas son los incendios forestales, que suelen intensificarse en temporadas de altas temperaturas y sequía. “El fuego destruye madrigueras, nidos y plantas que sirven de alimento para aves y mamíferos”, advirtió Mandelburger.
Estos incendios, además de causar pérdidas irreversibles en el ecosistema, agravan la crisis climática al liberar grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. Para mitigar este problema, se requiere una combinación de educación ambiental, control y fiscalización efectiva. “Si no controlamos, no podemos orientar a quienes están causando el daño”, agregó.
El trabajo de preservación de estos espacios involucra a la municipalidad, la sociedad civil y organismos ambientales. La colaboración entre estos sectores es fundamental para garantizar la sostenibilidad de las reservas. Sin embargo, la educación ambiental sigue siendo un pilar clave en la concienciación ciudadana. “La intención es fortalecer la educación y el control para garantizar la protección de estos espacios”, indicó Mandelburger.
Otro reto importante es la ocupación de estas áreas por parte de asentamientos humanos. La expansión urbana descontrolada y la falta de políticas de reubicación llevaron a que muchas familias ocupen estas áreas protegidas, lo que genera un impacto negativo en los ecosistemas. “Estos programas son definidos por el municipio”, explicó Mandelburger, destacando que es una problemática que requiere una solución integral que combine medidas sociales, económicas y ambientales.
Según la Municipalidad de Asunción, primer programa a ser implementado tendrá como foco la seguridad. Se prevé el incremento del personal de vigilancia (12 guardaparques) y equipamiento especializado, como drones, cámara de vigilancia y camiones cisterna.
El segundo programa anunciado consistirá en la restauración. Se trabajará por la reposición de la población arbórea y la limpieza y el retiro de los residuos acumulados, que son los principales causantes de incendios, según comentó Cinthia Guerreño, directora de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Asunción para otros medios de comunicación.
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