“Durante el periodo de pandemia trabajamos en mejorar las instalaciones y como novedad tenemos que nuestro parque está más hermoso que nunca, al mejorar también el nivel de agua del lago Yguazú. Por eso invitamos a los que no lo conocen a que vengan a disfrutar del lugar”, indicó Genichiro Ito, miembro de la familia, proyectista y consultor internacional.
Agregó que las reservas de los bungalows se llenan rápido sobre todo los fines de semana. Por ello, recomendó que quienes deseen visitar el parque lo hagan entre semana, debido a que puede conseguirse lugares con mayor facilidad y se dispone de más tranquilidad.
Genichiro mencionó que el Parque Ito es también ideal para acampar, asar carnes y chorizos en las parrillas del quincho y luego pasar el rato al aire libre en plena naturaleza con mucho espacio y hermosos paisajes.
En cuanto a la infraestructura, el proyectista del parque mencionó que posee dos clases de habitaciones de los bungalows. Uno de ellos tiene capacidad para dos personas y el otro puede albergar a cuatro. No obstante, en ambos se pueden agregar colchones, abonando por el costo adicional.
“Ofrecemos servicio de comida por pedido, con algunos platos paraguayos y japoneses, como el yakisoba y el gyoza, entre otros. Por otra parte, les comentamos que tenemos un pequeño salón de eventos para unas 40 personas, pero aprovechamos el espacio de la playa y realizamos bodas o aniversarios para 200 a 300 personas”, señaló el emprendedor.
El parque originalmente fue preparado para hacer encuentros familiares con asados y camping para amigos y conocidos del Japón que estaban de visita en esa zona del Alto Paraná. Con el tiempo, y al existir un potencial turístico y atractivos naturales, las autoridades municipales y la Senatur recomendaron a los propietarios abrir al público las instalaciones del establecimiento.
Esto derivó en la planificación de un proyecto ecoturístico a través del trabajo de algunos arquitectos japoneses que apoyaron el desarrollo y la concreción del emprendimiento. El actual propietario principal es Víctor Ito; su esposa Anna, es la administradora. Ellos realizan las mejoras e innovaciones en el parque.
“Mi padre tenía un plan de agricultura auto sostenible y ecológica. Ahora, la mayor parte de los productos que servimos, tratamos de que sean producidos en el lugar. De esta forma, tenemos la carne de los novillos de la zona. Incluso la cocinera administra unas 500 cabezas de ganado que están alrededor del parque. Otro primo tiene una granja vecinal en la que se produce leche y queso. Algunas verduras y frutas traen otros miembros de la familia Ito”, destacó.
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