La Cooperativa Chortitzer elabora varios productos de distintos sectores que a su vez aglutinan varias marcas. Sus unidades de negocios se dividen: para el área agro, fabricación de balanceados, cultivo de algodón, elaboración de aceite comestible Montesol y esencia de palo santo; para el área de lácteos producen leche, yogurt, quesos y derivados (en total 140 productos); para el área de cárnicos, cuenta con el FrigoChorti.
Y las novedades de la empresa se centran en el rubro agrícola, puesto que trabajan en la incorporación de una desmotadora de algodón, según Reimer, la cual exigirá incrementar la mano de obra.
“Estamos en la fase final de este proyecto, que es una nueva desmotadora. Va a ser algo único en el país, un proyecto muy interesante el cual queremos terminar para el 2023. Para este año tenemos previsto invertir unos US$ 10 millones”, expuso.
En base a las investigaciones que llevan a cabo, esperan iniciar la ejecución del proyecto en los próximos meses. Se trata de la ampliación de la planta industrial de la cooperativa, que con esto estaría incursionando en el rubro textil.
Además, prevén ampliar el sector comercial e industrial, lo que se suma a la culminación de la reconstrucción del frigorífico en el segundo semestre, en donde incorporarán a más colaboradores. Con estos planes, estiman emplear a más de 200 personas aproximadamente.
“Tenemos una proyección más amplia, con la que prevemos incorporar una hilandería, extrusión de aceites, fábrica de briquetas, o sea una gama bastante amplia”, contó.
Sector cárnico y lácteo
El sector cárnico se encuentra en un momento clave, puesto que aguarda la habilitación del mercado estadounidense para este segundo semestre, recordó el gerente general y añadió que la guerra entre Rusia y Ucrania creó hermetismo en el mercado ruso, que históricamente fue el segundo mayor importador de la proteína nacional.
Mientras que el sector lácteo, para Reimer “es el más afectado por la suba de los commodities, principalmente para los tamberos porque los insumos subieron de forma exponencial porque la soja y el maíz, que son materia prima para el forraje, incrementaron su precio más de 60% este año”, aseveró. De acuerdo a Reimer, la suba incide en el descenso del ritmo de las proyecciones.
“Por lo menos esperamos mantener la producción para este año con relación al año pasado. Pero actualmente tenemos un decrecimiento de entre 6% y 9% en lácteos”, dijo.
En cambio, en la agricultura las proyecciones son más positivas con la nueva cosecha. También en la producción de carne. De igual manera, aguardan más precipitaciones para mejorar la producción agrícola y evitar frenos.
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