“Sin un apoyo total de la familia es difícil alcanzar una vida profesional exitosa”
Carolina Arrúa trabajó casi 20 años en el mundo corporativo como responsable de las comunicaciones en Personal, una compañía multinacional. Hoy es directora de Fashion Trading SRL y Dosce SRL, empresas enfocadas en el rubro de la moda con representación de marcas internacionales, como Ginebra, Nine West, Prune y Coolook.
“En mis comienzos el desafío fue enorme no solo por los tiempos de alta competencia en el rubro que trabajé sino sobre todo el poder balancear la vida de familia con lo laboral. Creo que ese sigue siendo el punto más desafiante para todas las mujeres, que sin un apoyo total de la familia, desde el cónyuge, madre, tía, etc., es realmente muy difícil alcanzar una vida profesional exitosa”, reveló.
Opinó que la mujer debe ganarse el respeto de sus compañeros de trabajo con dedicación, proactividad y responsabilidad, y liderar con el ejemplo sin importar el género. “Veo muy positivo el panorama porque cada vez más mujeres están ocupando cargos de relevancia y liderazgo. El desafío es seguir capacitándose continuamente”, resaltó.
“La mujer tiene un sexto sentido organizativo”
El sector de la construcción es un coto casi exclusivo de los hombres, al menos en Paraguay, y el esfuerzo de una mujer para ganarse un espacio es mayor que para sus colegas masculinos. María Thereza Orué es arquitecta, directora de la empresa constructora Itasã SA, donde también está a cargo de la gerencia de proyectos. Trabaja en la empresa desde hace más de 20 años y es, con su hermana, propietaria de otra compañía, Möbel SA, de arquitectura de interiores.
“El aporte de la mujer a esta actividad es el sentido de la organización. Al tener muchas actividades, tener que lidiar con el rol de madre, trabajar al mismo tiempo, la mujer tiene un sexto sentido organizativo, tiene ese don de la administración del tiempo y de las actividades”, destacó.
“Me costaba tres veces más que un hombre demostrar lo que sabía”
No solo en el gremio de la construcción las mujeres son vistas, todavía –aunque cada vez menos-, con reservas. El sector de las tecnologías es un universo en el que las profesionales deben hacer un esfuerzo mayor para brillar con luz propia.
Es el caso de Cinthia Facciuto, egresada de la Facultad Politécnica de la UNA en ingeniería electrónica. “Fui una mujer entre muchos hombres, desde mi carrera universitaria y desde mi primera ocupación laboral; fui la primera mujer en una telefónica y la más joven”, recordó
Reveló que cuando pasó al mundo corporativo para hacer proyectos y ventas, se dio cuenta de que las exigencias eran mayores para ella, por su género. “Sentí una diferencia importante, porque normalmente, y hasta hoy, el gerente, los mandos medios, no querían escuchar a una mujer sobre tecnología, me costaba tres veces más que un hombre demostrar lo que sabía”.
Contó que se preparó y fue creciendo en conocimientos y experiencia para incursionar en el mundo de las fintech. Desde hace 15 años lleva adelante sus proyectos de billeteras electrónicas, y en la actualidad preside la Cámara Paraguaya de Fintech. Es dueña de Grow Solution y tiene emprendimientos como Wizard Digital Business y Full.
“Buscar la salud a través de la nutrición y no ese cuerpo perfecto que nos impone la sociedad”
La sociedad también tiene otras formas de imponer prejuicios y estereotipos sobre la mujer, como, por ejemplo, en lo que se refiere a su cuerpo. Angie Paiva, nutricionista y propietaria del Centro de Nutrición L´equilibre ayuda a las mujeres a ocuparse, sí, de su cuerpo, pero con una perspectiva saludable y equilibrada.
“Antes la sociedad era más exigente con cómo debía verse una mujer. Nosotras proponemos buscar la salud a través de la nutrición y no ese cuerpo perfecto que nos impone la sociedad. Desde donde me toca trato de transmitir ese mensaje el equilibrio en la alimentación, pero por la salud, para sentirse enérgica, no para tener ese cuerpo impuesto por la sociedad”, afirmó.
“Las mujeres debemos dejar de ceder espacios que puedan resaltar nuestro potencial”
Carina Daher Pacuá es Magister en Administración de Negocios, con licenciatura en Comercio Internacional y Economía, egresada de la Universidad de California en Northridge, EE.UU. Hace 12 años regresó a Paraguay y empezó su carrera gremial con el ánimo de aportar su conocimiento en el sector privado, formando parte de la junta ejecutiva de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y, luego, presidiendo la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap).
“Las mujeres debemos dejar de ceder espacios que puedan resaltar nuestro potencial, tanto en lo personal como en lo laboral. Perder el miedo es la clave para ingresar en los terrenos que a una le apasiona. Si nosotras no lo hacemos, vendrán otros que puede que sepan más, pero también que sepan menos; y nosotras habremos perdido la gran oportunidad de cumplir algún sueño u objetivo”, afirmó.
La empresaria relató que en sus inicios tuvo que sobreponerse a varios desplantes o que ignoraran sus ideas o comentarios por el simple hecho de ser mujer. ”Cada conquista me ha costado mucho esfuerzo y el doble de disciplina que no lo hubiera podido conseguir sin el apoyo de mi familia. Llevo 13 años haciendo política privada, trabajando muy de cerca con los gobernantes de turno, y en cada escalón que subo me doy una palmadita de: Buen trabajo, lo conseguiste, vamos por más, ¡Paraguay merece más!”.
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