¿Cómo ha evolucionado el hábito del ahorro en Paraguay? En el marco del Día Mundial del Ahorro, conmemorado cada 31 de octubre, analizamos la evolución de este indicador clave para la estabilidad financiera y la educación económica del país. Desde el Banco Central del Paraguay (BCP), el superintendente de Bancos, Holger Insfrán, destacó los avances registrados en la cultura del ahorro.
“Observamos una evolución positiva y sostenida del ahorro formal en el país, medido a través del depósito en el Sistema Financiero. Los depósitos financieros han mostrado un crecimiento significativo: al mes de septiembre de 2025, estos representan aproximadamente el 47% del Producto Interno Bruto estimado”, expresó.
Entre septiembre de 2016 y septiembre de 2025, el volumen total de depósitos se incrementó en un 130%, pasando de G. 75,8 billones a G. 174,3 billones. Este comportamiento no solo evidencia una expansión del ahorro, sino también una mayor preferencia por instrumentos de mayor plazo. En ese sentido, los depósitos a plazo aumentaron su participación dentro del total, pasando del 42% al 46% en el mismo período.
Paralelamente, se ha registrado una expansión considerable en la tenencia de cuentas de depósito. El número total de cuentas se multiplicó por cinco, alcanzando 11,6 millones en 2025, frente a los 2,5 millones registrados en 2016. Asimismo, el número de titulares —personas físicas y jurídicas— con al menos una cuenta de depósito pasó de 1,6 millones a 4,1 millones, lo que representa un crecimiento del 155% en la base de clientes bancarizados.
Por su parte, las Cuentas Básicas de Ahorro han mostrado un notable crecimiento y aceptación. Actualmente, existen aproximadamente 2,6 millones de cuentas básicas distribuidas en 10 de los 16 bancos del sistema.
Insfrán señaló que en la última década el país experimentó una expansión significativa del ahorro formal, impulsada por políticas de inclusión financiera y avances tecnológicos. Uno de los hitos en este proceso fue la implementación de la cuenta básica de ahorro, un producto diseñado para facilitar el acceso de los sectores tradicionalmente excluidos del sistema financiero.
“La participación de la cantidad de cuentas básicas dentro del total de cuentas de depósito ha aumentado de manera sostenida, pasando del 5% en 2016 al 22,8% en 2025. Este crecimiento refleja una mayor formalización del ahorro”, dijo el representante del BCP.
Además, destacó la creciente adopción de instrumentos de inversión de bajo monto, como los fondos mutuos y las plataformas digitales, que han diversificado las opciones para los pequeños ahorristas. A esto se suma el impulso de la digitalización y del Sistema de Pagos Instantáneos, que permite a los usuarios realizar transferencias y programar ahorros de forma ágil y segura, fortaleciendo así la cultura financiera en el país.
Aunque el sistema financiero tradicional concentra la mayor parte de los depósitos del país, las cooperativas también desempeñan un papel fundamental en la cultura del ahorro en Paraguay.
Desde el Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop), Fabia Cáceres de Rolón, miembro del consejo directivo de la institución y representante del sector de Ahorro y Crédito detalló que el ahorro dentro del sistema cooperativo paraguayo experimentó un crecimiento sostenido y significativo. Según datos de la Dirección de Registros, Estadísticas e Informaciones del Incoop, las cooperativas de ahorro y crédito tipo A pasaron de G. 11,6 billones (US$ 1.481 millones) en diciembre de 2018 a G. 18,55 billones (US$ 2.650 millones) en setiembre de 2025.
“Esto representa un crecimiento acumulado superior al 60% en siete años, un indicador claro de la confianza que los socios depositan en el modelo cooperativo y de la solidez institucional del sector”, resaltó la directora.
Cáceres añadió que incluso en años de incertidumbre económica o sanitaria, el ahorro cooperativo mantuvo su tendencia ascendente, mostrando la resiliencia y estabilidad del sistema frente a los desafíos externos.
Desde el sector cooperativo, esta tendencia también refleja un cambio en los hábitos financieros de los paraguayos. Cáceres subrayó que hoy las personas muestran mayor conciencia sobre la importancia de ahorrar formalmente, planificar sus finanzas y optar por entidades donde su dinero genere impacto social. Para ella, el modelo cooperativo ha sido determinante en esta transformación, al combinar acceso, educación y sentido de pertenencia.
“Las cooperativas han pasado de ofrecer simples cuentas de ahorro a diseñar productos más especializados, como ahorro programado, cuentas para educación, vivienda, emprendimiento o retiro. Esto ha permitido atraer a distintos segmentos de la población”, remarcó.
Para la directora, las cooperativas se consolidan como un pilar complementario e indispensable de la banca tradicional. “El ahorro cooperativo canaliza recursos directamente hacia la economía real, apoyando a familias, productores y pequeñas empresas, con un enfoque inclusivo”, señaló. Su presencia en todo el territorio y la cercanía con las comunidades las posicionan a estas entidades como un actor complementario e indispensable de la banca tradicional, aportando estabilidad y desarrollo local.
Factores que pesan a la hora de elegir una entidad financiera
Cáceres abordó los aspectos que llevan a un cliente/socio a decidir por la entidad donde depositaran sus ahorros. Señaló que la confianza institucional, la rentabilidad, la seguridad y la atención personalizada son los elementos más determinantes.
En el caso de las cooperativas, el vínculo comunitario y social adquiere un peso especial, ya que el principio de ayuda mutua genera un lazo de confianza y pertenencia difícil de replicar en otros modelos. “En un contexto donde el ahorro crece sostenidamente, las personas valoran cada vez más las instituciones transparentes, sólidas y con impacto social positivo”, afirmó. Según Cáceres, el ahorro en el sector cooperativo paraguayo ha evolucionado de manera constante, combinando crecimiento económico, innovación tecnológica y compromiso social, lo que lo consolida como un pilar de la inclusión y estabilidad financiera del país.

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