El sistema financiero paraguayo entró en esta crisis sanitaria con solvencia y liquidez, según Lahaie, pero está estructurado para atender a los clientes en situaciones normales. “Cuando tenemos situaciones de crisis necesita de una serie de acciones que ayuden a contrarrestar el panorama negativo y permitan mitigar el efecto en los sectores”, afirmó.
Lahaie recordó que, a fines de marzo, el Gobierno efectuó un préstamo de US$ 1.600 millones para atender la emergencia sanitaria, no obstante entre las medidas anunciadas, “no hay un punto específico que determine una contribución para incrementar la liquidez de las entidades bancarias, de manera a que estas puedan otorgar nuevos créditos y potencialmente asumir más riesgos a la hora de entregar los productos a empresas o particulares que están sumamente apremiados por la situación”, señaló.
“Si el sector público otorga liquidez nueva, fresca y se compromete a tomar riesgos en la entrega de productos a unos sectores en particular con una capacidad de pago comprometida, el sector bancario podría asumir ese rol de nexo (vía AFD por ejemplo) y podría ser un actor esencial para reactivar la economía”, agregó.
De acuerdo a Lahaie, actualmente los bancos tienen liquidez, pero resguardan estos fondos para asegurar el dinero de sus depositantes. “Entonces, en cualquier situación de crisis, las entidades se concentran en cuidar al máximo estos fondos”, indicó.
Las medidas tomadas por el BCP, fueron acciones de carácter contable y en el tema de liquidez, la liberación del encaje legal en moneda nacional o extranjera (US$ 740 millones), “no es líquidez nueva porque estos fondos son ya de los depositantes. También las letras son fondos invertidos ya por los bancos (no es liquidez adicional nueva). Por esto, las medidas deben ser ampliadas para extender el alcance a los nuevos usuarios, apuntó.
“En un periodo de crisis hay empresas que no aguantarán el duro golpe, y las entidades financieras no pueden arriesgar el dinero de sus depositantes en créditos que son de alto riesgo. Si se quiere otorgar créditos bajo estas condiciones, ya no se trata de una operación financiera, sino de una operación social”, expresó.
Para impulsar la liquidez para nuevos solicitantes, se debe disminuir aún más el encaje legal de las monedas y suspender los condicionamientos a la hora de utilizar dichos fondos, pero sobre todo, se debe insistir en aportar liquidez nueva, según el CEO de Abbeyfield Group.
Además, Lahaie sugirió optar por trabajar con la banca estatal de segundo piso, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), que cuenta con capital disponible, que le permite otorgar más fondos a los bancos de plaza.
Este mismo procedimiento se puede hacer con el Banco Nacional de Fomento (BNF), para que entregue sus fondos disponibles a la AFD, y esta otorgue más fondos a los bancos para la entrega de nuevos créditos, amplió.
Sobre el punto, Lahaie aseguró que las condiciones deben ser flexibles y estar pensados para el retorno a mediano o largo plazo. De modo contrario solamente se estará trasladando el inconveniente para más adelante, declaró.
Impacto
El sector bancario se caracteriza por sentir los impactos con el paso de los años, a causa de las reestructuraciones que deben realizar para sobrellevar los episodios. Incluso, también influye en su repunte, que muchos sectores demoran en recuperar su movimiento financiero habitual, dijo.
"Los bancos estamos tratando de mitigar el impacto económico para los clientes dentro de lo factible. A quienes no pueden pagar las tarjetas de crédito o las cuotas de sus préstamos en marzo o abril, les otorgamos múltiples opciones para reestructurar sus compromisos en estos momentos, complementó.
"Estamos dispuestos a asistir dentro del marco regulatario, es decir, ser una parte de la solución sin descuidar los depósitos de los usuarios. Pero será clave el aporte de los fondos nuevos por parte del sistema público para reactivar la economía a corto y mediano plazo", expresó.
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