En diciembre del año pasado, el Mercosur y la Unión Europea firmaron un histórico acuerdo que busca suprimir la mayoría de los aranceles entre ambas zonas, creando un espacio de más de 700 millones de consumidores. Este tratado permitirá que los países miembros del Mercosur exporten a Europa productos para un mercado de 450 millones de personas. A su vez, los países del bloque europeo enviarán partes de vehículos, maquinarias o productos farmacéuticos al Mercosur, donde tienen acceso a 270 millones de consumidores.
Sin embargo, para el economista y director de Avalon Casa de Bolsa, Arnold Benítez, aún existen ciertas trabas que dificultan la comercialización de Paraguay. "Tenemos una alta dependencia de Brasil y China como principales mercados de exportación. Paraguay canaliza gran parte de sus exportaciones de soja a través del mercado brasileño debido a las tensiones diplomáticas que limitan el comercio directo con China", explicó Benítez.
Aunque el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea fue firmado, aún no está operativo, lo que impide que sus beneficios se materialicen plenamente. Además, dentro del bloque regional, Paraguay se encuentra en una posición menos favorable frente a las economías más grandes que concentran las decisiones clave. "El acuerdo debe implementarse con una visión integral que beneficie a todos los países del bloque, evitando que intereses particulares limiten el potencial de crecimiento del comercio exterior paraguayo", advirtió.
Benítez destacó la necesidad de que Paraguay y el Mercosur exploren mercados pendientes como el asiático y el norteamericano, que aún no han sido aprovechados de manera significativa. Este paso es fundamental para diversificar el comercio exterior y reducir la dependencia actual. "Esta concentración en pocos mercados genera una vulnerabilidad que Paraguay debe mitigar diversificando sus exportaciones hacia nuevos destinos, como América del Norte y el mercado asiático", recalcó.
En cuanto a infraestructura, Benítez destacó que Paraguay enfrenta serias limitaciones logísticas que dificultan el comercio exterior. Mencionó la Ruta Bioceánica como una de las iniciativas para mejorar la conectividad regional, permitiendo una distribución más eficiente de productos hacia mercados internacionales.
"Las barreras arancelarias y los costos adicionales que impone Argentina por el paso de productos por sus vías fluviales representan un obstáculo adicional", refirió Benítez. Para enfrentar esta problemática, el economista enfatizó la importancia de que los países miembros del Mercosur trabajen en conjunto para desarrollar corredores logísticos eficientes, financiados a través de créditos multilaterales o inversiones conjuntas.
En cuanto a las perspectivas para el comercio exterior en el marco del Mercosur, Benítez consideró que el bloque enfrenta importantes desafíos para consolidar su competitividad en el mercado global. "Es necesario establecer estrategias comerciales más agresivas y fortalecer la cooperación entre los países miembros para aprovechar las oportunidades que ofrece el acuerdo con la Unión Europea y otros mercados emergentes", puntualizó.
Como último punto, ante la reciente suba del dólar, que se ubica en G. 8.010, y cómo impactaría dentro del comercio exterior, el especialista indicó que tiene un efecto positivo para los exportadores paraguayos, ya que la devaluación del guaraní mejora la competitividad del país al abaratar sus productos en términos relativos frente al dólar.
Benítez explicó que el Banco Central del Paraguay (BCP) monitorea el comportamiento del tipo de cambio en la región para garantizar que Paraguay mantenga su atractivo comercial. En este contexto, recordó que Brasil, por ejemplo, fue uno de los países más afectados por la devaluación, aunque logró estabilizar su moneda mediante ventas de futuros de divisas y un ajuste significativo en su tasa de política monetaria, que hoy supera el 14%.
Tu opinión enriquece este artículo: