Este acelerado crecimiento responde a las necesidades actuales de las empresas, que se adaptan a un nuevo sistema financiero, el cual reúne a las firmas más importantes en una zona estratégica de Asunción.
“Esto significa que solamente se deben construir cerca de 80.000 m2 más, teniendo en cuenta los metros cuadrados construidos hasta el momento”, destacó Ricardo Ávalos, presidente de la consultora Canopy.
Ávalos comentó que en 2016, cuando hicieron las primeras presentaciones del mercado inmobiliario –todavía no estaba el World Trade Center ni las Torres de Paseo La Galería–, ya hablaban de que el nivel de vacancia iba a subir drásticamente.
“En el 2012 teníamos una vacancia del 5%, y para el 2016 teníamos una vacancia de aproximadamente un 20%. Esto es algo natural, porque se supone que al entrar de golpe con tantos metros cuadrados, no se iba a poder absorber todos los espacios de forma inmediata”, reveló.
Ávalos asegura que actualmente se cuenta con una vacancia del 14%, ya que la demanda fue creciendo en los últimos años, y considera que la tendencia en alza se mantendrá fuerte con el ingreso de nuevas empresas y emprendimientos en el país.
“A medida que la economía crezca, el segmento corporativo va a seguir creciendo, porque en los próximos años estaremos teniendo una gran cantidad de empresas jóvenes que buscarán instalarse en estos edificios corporativos”, afirmó.
Factores
Al ser consultado sobre los factores para este desarrollo, Ávalos expresó que un aspecto fundamental fue la creación de un nuevo polo de negocios, que reunió a las empresas más reconocidas en el “nuevo eje corporativo”.
“La masa atrae masa, y las empresas van donde la mayoría se encuentra, de forma a poder ser visibles en todo momento. Esta es una tendencia que se mantiene en todas las capitales del mundo”, contó.
En cuanto a un factor negativo, apuntó que actualmente ciertas compañías o instituciones van aplicando una dinámica contraria a las tendencias inmobiliarias mundiales, al construir sus propios edificios en zonas corporativas, sin tener en cuenta el desarrollo de otras zonas, y sea necesario, a futuro, mudarse nuevamente. Entonces la inversión que realizaron no condice con los proyectos.
“En el mercado internacional vos no vas a ver que las grandes compañías o instituciones construyan sus propios edificios, porque no resulta financieramente ni estratégicamente”, concluyó.
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