-Dio charlas sobre economía verde en los últimos meses, ¿podría explicar cómo afecta el cambio climático en la economía?
-La afectación de los efectos del cambio climático en los negocios varía de acuerdo a la capacidad de adaptación de la estructura económica. Cuando hablamos de un país altamente dependiente del agro, como el nuestro, obviamente la vulnerabilidad es mayor. A veces puede haber ciertos beneficios como las lluvias pero cuando los eventos son extremos ya aparecen otras problemáticas.
La infraestructura del país también es otro aspecto en donde se notan afectaciones cuando el cambio climático se acelera. Paraguay tiene mucho retraso en infraestructura y por eso es importante determinar qué tipo de tecnología hay que utilizar para desarrollar obras que soporten los efectos del cambio climático. Los puentes y rutas que se rompieron las semanas anteriores son consecuencia de la ineficiencia, pero también de la poca adaptación al contexto que vivimos en la actualidad.
En el caso de la agricultura, la adaptación tiene que ver con la instalación de sistemas de regadíos para afrontar las sequías, mapas de vulnerabilidad para entender mejor dónde se puede tener más daño y demás herramientas. Estos son solo pequeños ejemplos de lo que se necesita para adecuar la economía a los efectos del cambio climático. Si no existe adaptación del modelo económico, las pérdidas que se pueden tener son innumerables, tanto en el sector público como en el privado.
-Varios estudios continúan calificando positivamente el clima de negocios de Paraguay, ¿considera que existen oportunidades para atraer inversiones?
-Paraguay sigue teniendo elementos importantes de productividad como la energía eléctrica en abundancia y limpia, que justamente es lo que se demanda para disminuir los gases de efecto invernadero. Contamos con tierras relativamente importantes, un clima relativamente estable y agua en abundancia, que son factores que permiten seguir con la producción de alimentos a diferencia de otros países que ya están llegando al límite de su capacidad productiva.
Por otro lado hay cuestiones muy coyunturales. La crisis de Argentina hace que el empresario argentino analice salir del país para invertir en otro mercado. Con Brasil pasa igual, capaz no en la misma medida, pero el costo de invertir en Brasil es bastante alto y por eso la idea es que Paraguay logre encadenarse de la mejor manera con el mercado brasileño.
-Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Por qué no llueven inversiones extranjeras en el país?
-A todos esos factores hay que sumarle la capacidad de gestión para que efectivamente venga capital al país y en este punto tenemos dificultades. Igualmente siguen apareciendo inversiones importantes como la de Paracel o la de Omega Green, que llegan por las condiciones favorables que tenemos. Pienso que deberíamos ser mucho más activos para la búsqueda de inversiones, elaborar un listado de empresas en el mundo y en la región que sean compatibles con lo que ofrecemos. Seleccionamos algunas y vamos a golpearle la puerta al CEO y presentamos todos los estudios de conveniencia para que se convenza de venir a Paraguay.
-Aparte de la proactividad comercial, ¿qué más debería mejorar?
-La seguridad jurídica es débil y mientras que permanezca de esa manera no se alineará a un clima de negocios óptimo. El empresario lo que más necesita es previsibilidad, por eso observa y pregunta a sus asesores si es que el país transmite confianza. Por otro lado, hay un montón de trabas que, con un poco de esfuerzo, se pueden ir eliminando para favorecer a los empresarios, sobre todo a las pymes, y que continúen invirtiendo. Estas trabas muchas veces son municipales o nacionales y se pueden solucionar implementando una especie de e-government para que muchas acciones sean completamente online.
-¿Cómo se consigue esto teniendo en cuenta que para mejorar la gestión también se necesita mejorar en términos políticos?
-Yo veo la situación política de Paraguay con mucha preocupación porque tenemos un Gobierno muy debilitado, por ende, no tendrá la capacidad de generar un proceso de reformas importantes. La reforma de las compras públicas, el sistema previsional, la reforma educativa, la reforma de salud y del servicio civil son necesarias para mejorar el clima de negocios y las condiciones de Paraguay. Además, para hacer reformas se tocan privilegios y eso requiere una confrontación. Este Gobierno no creo que tenga la fuerza como para cambiar el statu quo, más bien, está más concentrado en sobrevivir y aguantar lo más que pueda.
-¿Considera que el país está pasando por una reactivación económica o se da una especie de recuperación de lo perdido el año pasado?
-Para mí que sí hay un proceso de reactivación, cuando conversás con referentes del sector privado te dicen que enero fue bueno y que existen mejores expectativas. Esto tiene que ver con que las actividades se van normalizando, aparte de que el agro ayuda mucho porque los precios de la soja tienen un incremento que hace mucho no tenían, igualmente la carne y el clima no afectó de una forma muy agresiva a estos rubros.
El temor siempre está en que la crisis sanitaria se agudice y se tenga que restringir a determinados sectores de la economía, no obstante, las estimaciones son buenas y de a poco la confianza se recobra.
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Marck De Wilde Jr. :
Muy bien definido! Asi es exactamente la realidad de Paraguay.