¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Diría que mi carrera en el sector financiero empezó cuando obtuve mi primer cargo como analista de créditos, con 19 años, en 1991, en Diners Club Paraguay.
¿Qué obstáculos encontró al desarrollarse como profesional?
Como "obstáculo" yo mencionaría que, a diferencia de otros colegas, yo empecé sin una formación teórica importante, y casi todo lo que aprendí fue en el propio trabajo, gracias a la suerte de haber tenido siempre buenos jefes y maestros.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
En mis roles actuales, lo que más me importa como medida de éxito es el desarrollo profesional de los equipos humanos en las empresas en las que participo, que son la base para construir resultados sostenibles y crecimiento a largo plazo, aportando valor a nuestros clientes y accionistas.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Creo que cuando uno empieza, tiene mucha ansiedad por resultados de corto plazo, profesionales y personales. Con el tiempo, aprendí a valorar más la importancia de los esfuerzos consistentes, sostenidos a mediano y largo plazo, como la base del desarrollo sostenible.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario?
En Paraguay hay cosas que mejorar siempre en la relación entre el Estado y el sector privado. Pero dentro todo operamos en un mercado donde la iniciativa privada tiene posibilidades de innovar y emprender, sin una presión agobiante por parte del Estado, como sucede incluso en países vecinos.
Tanto en el sector privado como público, es importante pensar más estratégicamente los modelos económicos que se vienen, y trabajar para acortar la brecha que existe actualmente en nuestro sistema educativo, que se está quedando atrás en la formación de habilidades para la economía digital.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Todo es importante, y claramente es deseable una formación en negocios. Pero también hay que saber que no alcanza con eso. Un empresario exitoso debe tener un nivel de profundidad muy importante en diferentes áreas, incluyendo contabilidad, finanzas, gestión de personas, planificación, derecho, tecnología, ventas, riesgos, y más.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Probablemente "Cero a Uno" de Peter Thiel.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Creo importante desarrollar una cultura propia en cada empresa, y sostener y crecer esa cultura, con el aporte de todos los miembros del equipo. Cuando los colaboradores sienten que todos apuntamos a un rumbo concreto, es más probable que participen de forma activa y con pasión.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Es un aspecto poco conversado en nuestro entorno, pero la gestión del estrés y la salud mental es fundamental en todos los ejecutivos de alto rendimiento. En mi caso, siempre separo un porcentaje razonable de mi tiempo para dedicarme a la familia, los amigos, y mis pasiones que incluyen el cine, la música, y la literatura. Al final de cuentas, lo importante siempre es buscar el equilibrio entre la vida profesional, personal, y el descanso.
¿Alguna frase que le defina?
Me encanta una reflexión que escuché de Jeff Bezos, y que creo refleja mi forma de operar en esta etapa de mi vida: “Podés elegir una vida fácil y cómoda, o podés elegir una vida de servicio y aventura. ¿De cuál te vas a sentir más orgulloso cuando tengas 90 años?”.
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