Camioneros de Central, Paraguarí y Cordillera están movilizados en los puntos más importantes de dichos departamentos y esta mañana (martes) se concentrarán cerca del autódromo Rubén Dumot. El pedido de estos trabajadores del volante, acompañados de conductores de delivery y plataformas de transporte, es la rebaja de G. 1.500 por litro en el gasoil Tipo III y la nafta de 93 octanos de Petropar.
En respuesta a este pedido, el Gobierno ya sentó su posición. El presidente de Petropar, Denis Lichi manifestó en conferencia de prensa el pasado lunes que la estatal no tiene las condiciones para conceder una rebaja similar a la que piden los camioneros. En su momento, el Ejecutivo había ofrecido una rebaja específica para los trabajadores del volante de G. 200 en la nafta 93 de Petropar y G. 700 por litro a los camioneros que vayan hasta una de las seis estaciones que opera actualmente la estatal.
El especialista en energía Victorio Oxilia en su cuenta de Twitter reveló que las naftas, desde hace tres semanas consecutivas, están teniendo significativas reducciones a nivel internacional. Desde julio, en general, los precios por barril están más bajos en un 25%, lo cual no está generando ningún impacto positivo para los consumidores finales en el mercado nacional.
Al respecto, el economista y politólogo Víctor Raúl Benítez expresó que todo el movimiento que se está dando en el ámbito internacional prácticamente no se traslada al combustible en expendio en Paraguay. "Las razones por las que no bajan los productos ya refinados que importamos son varias. Entre ellas se incluyen que las refinerías en el mundo sufrieron desinversión en el momento más crítico de la pandemia", inició.
Según el analista, las compañías no tuvieron estímulos para destinar capital en sus operaciones y por tal motivo hoy se tiene una sub oferta de magnitud global. Además, subrayó que la guerra entre Rusia y Ucrania, que a su vez desembocó en sanciones para Rusia, limita más la posibilidad de adquisición de combustible.
"También hay que nombrar el apetito de lucro desmedido de las distribuidoras internacionales y nacionales, como el despertar que registramos de algunos negocios luego de la pandemia", añadió. Igualmente, aseveró que la guerra ruso-ucraniana verdaderamente juega un papel preponderante en el mercado internacional.
Por otro lado, Benítez sostuvo que la configuración del mercado paraguayo no facilita realizar medidas para paliar los impactos de la suba del combustible. "Paraguay es un capitalismo de secuaces, sin mercado. Además en sectores estratégicos debe haber una fuerte intervención estatal", opinó.
De manera concreta, el economista aseveró que es necesario construir un regulador de carburantes en Paraguay para dar una respuesta a los problemas que causa la crisis de los combustibles. Dicho regulador podría ser una agencia que se encargue específicamente de esa tarea. "Es muy importante que pensemos en un fondo de estabilización de precios, con mínimos y máximos", finalizó.
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