También están realizando llamados para el diseño y construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) y el emisario subfluvial de la cuenca Lambaré, cuyo monto referencial es de G. 236.575.230.969; el diseño y construcción de cuencas menores y principal de Lambaré, por un valor de G. 280.703.356.400; el diseño y construcción de captación, tratamiento y almacenamiento de agua potable para Ciudad del Este (primera etapa), con una inversión aproximada de G. 289.649.451.000; y el diseño y construcción de obras de agua potable y saneamiento en la cuenca de Mariano Roque Alonso, por G. 1 billón 143.372 millones.
A esto se suma la construcción del sistema de alcantarillado sanitario, la PTAR y mejoras en el sistema de agua potable para Santa Rita, San Ignacio Guazú, Carapeguá y Santa Rosa del Aguaray, cuatro lotes adjudicados en noviembre pasado por G. 358.937.280.318.
Al respecto, Alberto Grissetti, director y representante legal de Tirsa del Paraguay, destacó que la inversión de US$ 300 millones solo cubrirá siete ciudades, lo cual indica que la cantidad total necesaria para abordar el problema a nivel nacional es significativamente mayor. Sin embargo, auguró que la iniciativa es positiva, ya que generará un impacto en la calidad del agua potable y en los sistemas de saneamiento, asegurando que los efluentes cloacales reciban un tratamiento adecuado antes de su vertido en los cauces.
En muchas áreas del país, los efluentes cloacales son dispuestos sin tratamiento, ya sea a través de pozos absorbentes o mediante vertido directo en cauces hídricos. Este modelo ha llevado a la contaminación del suelo y del agua, afectando la calidad de vida de la población. Con las nuevas obras, las viviendas dentro del área de cobertura serán conectadas a un sistema de tuberías que conducirá los desechos hacia plantas de tratamiento.
Para Grissetti, es fundamental diferenciar entre los sistemas de agua potable y los sistemas de alcantarillado cloacal. Mientras que las obras actuales están enfocadas en la recolección y tratamiento de aguas residuales, la mejora en el suministro de agua potable requiere estrategias adicionales. “Estas obras en curso son para la recolección de agua servida y su tratamiento. Es necesario mantener una fuerte inversión en agua y saneamiento para poder llegar a más ciudades del país. Otra estrategia es la concienciación de los usuarios. El uso racional del agua, sobre todo en verano, la conservación de los cauces hídricos evitando arrojar basura en ellos y el buen manejo de la red cloacal (a veces las personas desechan sus residuos sólidos en la cloaca y las tuberías terminan obstruyéndose) son esenciales para un buen mantenimiento”, mencionó.
La política sectorial debe seguir firme en su inversión
También es necesaria la formación de profesionales dentro del área, que puedan prestar servicios tanto en el sector público como en el privado.
Actualmente, varias cuencas están en proceso de licitación para mejorar su infraestructura de saneamiento, incluyendo Lambaré, Mariano Roque Alonso y Ciudad del Este. Además, ya se adjudicaron proyectos en Carapeguá, Santa Rita, San Ignacio y Santa Rosa. Sin embargo, Grissetti advirtió que aún existen numerosos barrios en Asunción sin un sistema adecuado de alcantarillado cloacal.
“Ciudades como Luque, Limpio, Capiatá, Villa Elisa, Ñemby, San Antonio y Villa Hayes también requieren atención inmediata”, dijo. Adicionalmente, el experto subrayó la necesidad de inversiones en drenaje pluvial, ya que muchas cuencas sufren graves problemas durante las lluvias debido a la baja cobertura de desagüe pluvial.
La bajante del río Paraguay es otro factor que afecta directamente el suministro de agua en Asunción y otras ciudades ribereñas. Estas localidades dependen del río para abastecer sus sistemas de agua potable, mediante estaciones de bombeo y plantas de tratamiento. Sin embargo, cuando el nivel del río baja, el ingreso de agua a las estaciones se ve comprometido. “Para mitigar este problema, la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) implementó el uso de bombas flotantes tipo arroceras, que elevan el agua desde niveles más bajos hasta la zona de bombeo. Sin embargo, esta es solo una solución temporal y se requiere una estrategia a largo plazo para garantizar un suministro estable de agua potable”, aseguró Grissetti.
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