“A mí siempre, desde chiquilina, me gustó mucho el hecho de no uniformarme. Entonces, yo si tenía un evento, me preocupaba mucho por el look que iba a gustar. No me gustaba estar solamente a la moda, me gustaba siempre tener alguna característica personal, algo diferente”, cuenta Leticia, recordando cómo su gusto por la moda única y vanguardista la inspiró a crear su proyecto. Así, junto a una amiga, decidió rendir homenaje a su madre a través del nombre del emprendimiento, reflejando el amor por la moda y la extravagancia que la caracterizaba.
La propuesta de One Chelita es básicamente customizar ropa de segunda mano, interviniendo prendas para corregir pequeños defectos, embellecerlas o con la idea de simplemente transformarlas en piezas originales. “Lo que hacemos es darle una segunda oportunidad a las prendas. Hay veces que tienen algún pequeño defectito o ya están gastadas con el tiempo, y nosotros les ponemos algún detalle, cubriendo cositas, hermoseándolas otra vez”, explica Letizia.
El proyecto no solo se centra en la sostenibilidad, sino que también tiene un fuerte componente familiar. Letizia trabaja junto a su mamá, su sobrina de 16 años, sus hijas y otros miembros de su círculo cercano, consolidando una empresa en la que todos aportan su creatividad y esfuerzo.
A pesar de ser un emprendimiento reciente, con apenas unos meses, One Chelita ha logrado atraer la atención de quienes buscan ropa con carácter y estilo propio. La inversión inicial fue mínima, concentrándose principalmente en el alquiler del local físico, ya que las piezas únicas requieren que los clientes puedan tocarlas y probárselas. Incluso muchos de los materiales utilizados, como bordados y detalles, provienen de otras prendas, lo que reduce costos y refuerza la filosofía de reciclaje creativo del proyecto.
Entre los productos estrellas que más se piden, se encuentran camperas customizadas y jeans pintados a mano, que han conquistado a quienes desean incorporar un toque diferente en su estilo cotidiano. Con cada pedido, Letizia y su equipo buscan que la experiencia de comprar moda circular sea también una experiencia personal, donde la historia de cada prenda se siente en cada detalle.
One Chelita se encuentra en Las Palmas, cerca del Club Sirio en Lambaré, y además de la tienda física, ofrece envíos y delivery, incluso hacia el interior del país, ampliando así el alcance de sus creaciones.
Sin dudas, Letizia Medina es el claro ejemplo de que es posible emprender de manera consciente y auténtica, ofreciendo alternativas para quienes buscan algo más que vestir tendencias.
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