La historia detrás de esta creación comienza con Magali Iribas, quien fue diagnosticada con diabetes mellitus tipo 1 a los cuatro años. Desde entonces, su vida se vio marcada por constantes visitas a hospitales y la necesidad de trasladarse para acceder al tratamiento. Cada visita al nosocomio implicaba un desafío logístico: cómo conservar la insulina a la temperatura adecuada por horas, especialmente debido a las altas temperaturas de Paraguay. Hoy, a los 33 años y tras 29 años viviendo con diabetes, Magali nos comparte la historia de la cartuchera térmica que ideó para enfrentar esos obstáculos.
En comunicación con InfoNegocios, Magali Iribas explicó que la idea nació de una necesidad muy personal y urgente: “Muchas veces nos dijeron que no podían entregarnos la insulina porque no contábamos con una conservadora adecuada”. La falta de medios para mantener la cadena de frío la llevó, junto con su hermana, a diseñar una solución accesible y efectiva para quienes viven con diabetes.
Durante años, la única opción era el uso de conservadoras improvisadas. Sin embargo, estas alternativas, poco confiables, no garantizaban el resguardo del medicamento. El resultado era siempre el mismo: si el frío no se mantenía, el medicamento no podía ser entregado. Esta situación se repitió una y otra vez, dejando a Magali sin respuestas y, en ocasiones, sin tratamiento.
Con el tiempo, esa experiencia personal se transformó en impulso. Junto a su hermana Natalia, decidieron crear un producto capaz de cubrir esa necesidad. Así nació Termibag LD, una cartuchera térmica diseñada con materiales especializados, capaz de conservar la temperatura necesaria sin depender de electricidad ni conservadoras tradicionales.
Está pensada para el uso diario, en cualquier entorno y con máxima practicidad. Actualmente, Termibag LD ya está disponible en distintas farmacias del país, a un costo aproximado de G. 200.000. Esta solución nace de la experiencia real de quien conoce el sistema desde adentro y es un claro ejemplo de cómo una vivencia personal puede transformarse en innovación social cuando se combina con empatía, conocimiento y determinación.
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