Se llama Lara, pero prefiere que la conozcan como Sra. Ahorro, el nombre que eligió para poner a disposición de sus amigos, al principio, y de la gente en general más adelante. “Comencé con esto a finales del 2019, cuando mi pareja me dijo que tenía que poner a disposición de otras personas el Excel de comparación de precios que elaboraba”, explicó.
Para hacer la planilla llamaba a 10 lugares diferentes para preguntar por los precios de un sofá o de comida para su mascota. “Me dijeron que la gente no hace eso habitualmente y me sugirieron que empezara a compartir. Lo hice y me di cuenta de que a la gente le gustaba, aunque no esperaba que a tantas personas”, relató.
Lara recordó que el hábito viene desde la infancia. “Siempre sentí que podíamos sacarle provecho a la vida si buscábamos mejores precios. Tenía en cuenta lo que mi madre me decía, que la plata no cae de los árboles y me quedé con ese mensaje, de que hay que cuidar el dinero”, agregó.
Eso la llevó a pensar en qué quería gastar sus ingresos habiendo cosas muy necesarias en el día a día. Tenía que comprar los insumos domésticos, pero estaba convencida de que la vida no terminaba ahí y que también tenía la necesidad de viajar, pasar un lindo momento con amigos
“Me preguntaba ¿cómo puedo destinar mis recursos para lo que me interesa, buscando ofertas necesarias para el día a día, y sin gastar todo mi dinero en eso? Muchos amigos también me preguntaban cómo llegar a fin de mes, que es un problema para mucha gente. Y la solución es mirar mucho, comparar mucho y eso es algo que me divierte”, apuntó.
Cuando empezó a hacer planillas de Excel tenía 21 años y se acababa de independizar y a analizar cómo llegar a fin de mes. Lo que ahorraba lo destinaba a una base de contingencia y el resto a disfrutar de una comida, de un viaje.
“Después constituí un fondo de inversión y ahorro, me tomó seis años. Me di cuenta de que tenía que destinar los ahorros a un lugar donde pudiera tener alguna utilidad. Una cosa muy importante del ahorro es que si no te acostumbrás a separar la plata que sabés que te sobra, guardar para el ahorro, y después empezás a vivir el mes, esa plata se va a ir”, alertó.
En los dos últimos años Lara se habituó a separar la cantidad que desea ahorrar y si a fin de mes sobra un poco más, también se destina al ahorro. Ese dinero va al fondo de inversión, dinero líquido que genera un 6% anual.
Uno ingresa a un fondo de inversión con G. 10 millones y después puede poner la plata que quiera. Hay un mundo para invertir pero hay que hacerse asesorar bien. Otra parte del dinero, una que no se necesita de manera inmediata se puede destinar a CDAs, que da un 10% de interés.
¿Qué hace falta para desarrollar el hábito del ahorro en la gente? “No debe haber muchos lugares en el mundo donde se hable de ahorro en los colegios, yo no conozco. No es algo que nos enseñan. No sabemos cómo utilizar una tarjeta de crédito, sacarle provecho. Lo ideal sería que haya un curso básico en los últimos años de colegio”, aconsejó.
Lara añadió que hoy la gente perdió la costumbre de cuidar el dinero. “Hoy las personas se guían por el disfrute inmediato. A mí me cuesta gastar en ropa si tengo una deuda pendiente. Hay que ser consciente de que el dinero nos da libertad para poder estar tranquilos, para no sufrir en el futuro”, remarcó.
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