“Uno de los problemas que veo que tienen las pymes es la falta de datos certeros del negocio, de cuánto estoy vendiendo, cuáles son mis costos, cuáles son mis gastos. Por eso el primer paso es llevar un registro, después hacer un análisis del negocio, tanto de los costos que yo tengo para producir o para vender mis productos, como de los gastos”, recalcó Caballero.
Un análisis, bien detallado, le permitirá al emprendedor poder comparar, por ejemplo, sus ventas de los últimos meses, con los últimos meses del año anterior o de cualquier otro período pasado. “Saber cuáles son los gastos fijos y cuáles son los gastos variables, o qué puedo disminuir o no, depende de la actividad y ahí hay muchas formas de poder generar ahorro”, indicó.
Otro peligro que hay que evitar es lo que se denomina sobrestock, o exceso de stock, que ocurre cuando la materia prima y los productos terminados almacenados en la instalación superan con creces a la demanda. “Eso pasa cuando no se tiene una medida muy clara de una proyección de cuándo van a vender”, apuntó Caballero.
Por eso, insistió, se debe controlar siempre cuál es la actividad del stock, buscar tener el volumen adecuado para que un aumento de la demanda no tome de sorpresa al negocio, pero teniendo cuidado de no ser demasiado optimista y tener un almacén con una cantidad por encima de lo aconsejable, lo que también se puede cuantificar a partir del análisis en los datos.
Caballero señaló asimismo que se puede recurrir a otras herramientas disponibles en el mercado, como los fondos mutuos, una oportunidad para aumentar los márgenes de operación del negocio y generar un ingreso extra.
“Los fondos mutuos producen una rentabilidad interesante, y tienen rescate prácticamente automático. Hay varias casas de bolsa que pueden asesorar al emprendedor sobre cuál es la mejor opción. No es aconsejable tener dinero ocioso, en una cuenta, porque eso no está generando intereses cuando bien podría hacerlo”, significó.
Caballero repitió que se debe llevar un registro, tener un mapa de calor de cuáles son los elementos que generan más impacto, y sobre eso empezar a trabajar, a buscar oportunidades. El tercer espacio es destinarle un tiempo a los datos, mes a mes, para ver la evolución del negocio.
“Es importante también tener la opinión de una persona que conozca a profundidad del tema. Eso siempre ayuda muchísimo. Y tener un buen contador, que te pase los datos, para que a partir de ellos se obtenga la información suficiente para tomar decisiones”, aseguró.
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