Ser específico con el target
Hay que evitar ambigüedades al segmentar, por ejemplo, usar como categoría “amas de casa”, “nivel socioeconómico medio”, “nivel socioeconómico medio alto”. Según Bauer, hace algunos años estos conceptos eran bastante utilizados para asignar un target, pero en la actualidad ya quedaron desfasados porque muchas de las mujeres que antes eran amas de casa, ahora salen a trabajar en su gran mayoría. Entonces si la intención de la empresa es llegar a las que considera “amas de casa”, por ejemplo, no es viable tener una publicidad a la mañana en la televisión, ya que ahora estas pueden ser ejecutivas, empresarias o colaboradoras de cualquier organización de la misma manera que los varones.
“En este caso hay que determinar a qué tipo de amas de casa llegar, cómo hacerlo, en qué momento y qué tipo de promoción sería más efectivo”, recomendó.
No quedarse con solo con un target
La marca, producto o servicio tienen distintos tipos de consumidores y no necesariamente hay que hablarles de la misma manera. Bauer considera importante que se dirijan a sus diferentes consumidores de la forma en la que ellos estén dispuestos a escuchar. “Es primordial generar empatía con las personas que están del otro lado, a algunas de ellas podés llegarles mediante las redes sociales, pero posiblemente a otro grupo no, por lo que es necesario buscar otros mecanismos, ya sea la publicidad en puntos de venta u otros”, argumentó.
Separar la segmentación
No siempre aquella que compra es la persona que consume el producto de una marca, eso siempre se debe tener en cuenta. La marca tiene que trabajar en el estímulo para que alguien compre sus productos, pero a la vez estar enfocados en la persona que consume. “Hoy día la oferta de transporte se amplió con la llegada de Uber y Muv, este servicio, por ejemplo, es bastante utilizado por los adolescentes a quienes sus padres no pueden pasar a buscarlos, entonces acá debemos ganar de alguna manera a los que pagan el servicio”, sintetizó.
Extra
“Normalmente la revisión del target se hace cuando no se están dando los resultados esperados por la empresa, cuando hay nuevos jugadores en el mercado. Lo ideal es que cada dos o tres años las marcas midan la respuesta del target asignado porque el mercado varía muy rápido”, concluyó.
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