Puede ser por tus hábitos financieros y no porque no ganes lo suficiente. Ganar mucho dinero no significa que seamos libres financieramente. Si no sabemos administrar los ingresos sabiamente, el caos permanece activo mes a mes, e intentando sobrevivir, perdemos tiempo, energía y oportunidades de crecer económicamente.
Se supone que el hogar, la escuela y la universidad son espacios propicios para aprender a manejarnos económicamente en la adultez, pero no siempre es así en la realidad. Una buena actitud y relación con el dinero, planificar un presupuesto coherente, aprender a invertir exitosamente, entender que no podemos “vivir al día”, lo aprendemos mayormente por ensayo y error.
El primer paso para cambiar de hábito
Primero que nada, hay que ser agradecido con lo que se tiene y recibe. El agradecimiento te motiva, te sintoniza con las oportunidades, logros y abundancia, es parte del cambio de actitud que favorece la relación con el dinero. Es momento de revisar tus creencias ante el dinero. Y recordá que “la felicidad es un estado interior, la mentalidad de riqueza es previa a la riqueza exterior”. A continuación, Velázquez deja par de ideas para cambiar los hábitos financieros:
1. Sincerarte con tus gastos personales
Elaborar un estado financiero mensual. Necesitás saber en qué gastas, en función de tus ingresos y tus gastos reales. Determinar cuáles son realmente necesarios y cuáles no. Mantener un equilibrio entre tus ingresos y tus gastos.
2. Libérate de tus deudas
Comenzá con las que tienen intereses más altos. Sea con una persona, con tus tarjetas, con un banco, te inmovilizan en el presente y comprometen tu esfuerzo a futuro.
3. Adoptá el hábito de ahorrar
No gastes todo lo que producís. Practicá la regla 9080: del 100% de lo ganado, gastá solamente el 90% o el 80%. Siempre gastá menos de lo que ganás. El resto debe permanecer como una reserva de contingencia, de ahorro planificado, un fondo de pensión, o una inversión provechosa. No te olvides de enseñarle a tus hijos a ahorrar.
4. Invertí en algo que rentabilizará tu dinero
Podés invertir en la bolsa de valores, comprar y revender algo, o ayudar a algún emprendedor en el que tengas confianza y fe en su producto. Podés comprar algo y retenerlo mientras aumenta de valor, o bien crear valor de algún producto que se pueda promocionar y colocar en el mercado.
5. Aprovechá tu talento para generar nuevos ingresos
Es necesario empezar a pensar a largo plazo, como por ejemplo en tu retiro. Si estás en la etapa laboral y productiva de tu vida, no esperes a que el Estado se encargue (puede hacerlo o no). Es necesario tener presente que, según en qué y cómo gastamos nuestro capital de dinero y tiempo, obtendremos realmente la mayor satisfacción.
Cambiar los hábitos financieros puede mantenerte a flote solo mientras pasa la tormenta, o puede cambiarte, exitosamente, el resto de la vida. Todos podemos mejorar nuestra economía si tenemos la conciencia y la voluntad de hacerlo.
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