Según fuentes del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), esta auditoría es un paso clave para continuar el proceso de apertura del mercado coreano, luego de la primera visita realizada en octubre del año pasado. Además, la institución destaca que el equipo coreano evaluará los controles sanitarios, la trazabilidad y las medidas de inocuidad alimentaria implementadas en el país.
Corea del Sur es uno de los mayores importadores de carne bovina del mundo, con compras que superaron las 390.000 toneladas en 2023, por un valor cercano a los US$ 2.400 millones. Para Paraguay, ingresar a este mercado no solo representaría un aumento en las exportaciones, sino también una puerta de entrada a otros países asiáticos, como Japón y Singapur.
El embajador de Corea en Paraguay, Chan-sik Yoon, expresó su optimismo sobre la calidad de la carne paraguaya, calificándola como “número uno mundial” y destacando su potencial para conquistar el mercado coreano. Sin embargo, el proceso de habilitación podría extenderse hasta 2026, debido a los estrictos requisitos sanitarios que exige Corea del Sur.
Esta auditoría es la segunda que realiza Corea del Sur en Paraguay, luego de una primera evaluación en octubre de 2024, que arrojó resultados positivos. “Estamos muy emocionados por este proceso, ya que Corea es un mercado estratégico para nuestra industria cárnica”, afirmó nuestra fuente, que prefirió reservarse su identidad, debido a que el proceso de auditoría requiere de un manejo sensible de la información.
Con esta inspección, Paraguay busca consolidarse como un proveedor confiable de carne de alta calidad en el competitivo mercado asiático, lo que impulsaría el crecimiento del sector ganadero y la economía nacional. La intención de entrar a Corea del Sur se suma a los esfuerzos de sumar a la carrera de clientes a Japón, otra de las potencias económicas del continente asiático.
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