Para Carlos Insfrán, presidente de Cepali, Paraguay es un país privilegiado en términos de producción alimentaria. “Tenemos clima, tierra y agua de alta calidad, que nos permiten producir alimentos 365 días al año. Con poco más de 7 millones de habitantes, abastecemos para entre 80 y 90 millones de personas en el mundo”, afirmó. Insfrán resaltó la diversificación del sector, que incluye carne vacuna, porcina y aviar, harina, semillas y otros productos derivados, con un incremento significativo de la industrialización y productos con valor agregado.
El titular de Cepali subrayó que la presencia en mercados internacionales requiere tiempo y constancia. “El mercado internacional no se hace de un día para otro. Hay que ir a ferias, enviar muestras, cumplir con reglamentaciones. Pero Paraguay está avanzando de manera firme, y cada vez más países reconocen la calidad y cantidad de nuestros productos”, comentó. Según Insfrán, la experiencia tras la suspensión temporal del Mercosur impulsó al país a mirar más allá de sus fronteras, ampliando horizontes hacia mercados de alto potencial en Europa y América del Norte.
Por su parte, Gustavo Rodríguez, especialista de la Rediex, coincidió en que la industrialización y el valor agregado son clave para acceder a mercados exigentes. “El crecimiento de exportaciones está en un rango del 15 al 18% anual. Estamos viendo un aumento en productos semiprocesados y procesados, que complementan la materia prima tradicional y elevan la competitividad del país”, explicó. Además, destacó que Rediex acompaña a las empresas con certificaciones internacionales de calidad e inocuidad, incluyendo normas Halal para Medio Oriente y orgánicas para Japón, Estados Unidos y la Unión Europea.
La estrategia de ambos actores apunta a consolidar la industria alimentaria paraguaya como confiable y moderna. Insfrán destacó el avance tecnológico en producción y procesamiento: “Hoy contamos con tecnología avanzada y procesos que garantizan calidad y seguridad, tanto para el mercado nacional como internacional”. Rodríguez, por su parte, resaltó que las certificaciones ayudan a abrir puertas en mercados de alto valor, donde la trazabilidad, la inocuidad y la sostenibilidad son requisitos fundamentales.
La apertura hacia productos innovadores y con mayor durabilidad es otro desafío que enfrenta el sector. “Desarrollar alimentos listos para consumo directo lleva tiempo, pero con apoyo técnico y programas de innovación estamos avanzando. Esto permite a Paraguay competir no solo como proveedor de materia prima, sino también con alimentos elaborados y diferenciados”, dijo Rodríguez.
La confianza de los consumidores nacionales también ha crecido, según Insfrán, lo que refuerza el valor de la industria local. “El paraguayo hoy elige productos nacionales porque ve calidad, variedad y seguridad. Esto fortalece toda la cadena productiva”, afirmó.
En conjunto, el país consolida su perfil como proveedor global de alimentos, apoyado en cuatro pilares: potencial productivo, industrialización, certificaciones internacionales y sustentabilidad. Tanto Cepali como Rediex coinciden en que estas fortalezas permiten proyectar a Paraguay no solo como exportador de materias primas, sino como un actor competitivo en el mercado mundial de alimentos con valor agregado.
El Día Mundial de la Alimentación encuentra así al país en un momento de crecimiento sostenido, con inversiones, innovación tecnológica y apertura internacional, reafirmando que la industria alimentaria paraguaya está lista para enfrentar desafíos y consolidarse como un referente en calidad, seguridad y diversificación de productos para el mundo.
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