Según Paredes, para el sector bursátil el principal desestimulo con respecto a la creación de la Superintendencia de Valores es el hecho de que sea supervisada por el Banco Central del Paraguay (BCP).
“La mayoría piensa que es negativo porque en nuestro sector la constante es asumir riesgos, mientras que el BCP está más identificado con la seguridad, por su rol fuerte sobre la Superintendencia de Bancos. Entonces, hay temor de que se regule con tanta rigurosidad, que sea imposible entrar al mercado a muchas empresas, y con ello el mercado local quede limitado a solo grandes jugadores”, expresó.
Recientemente, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó, con modificaciones, el proyecto de ley “Que fortalece las capacidades de la Comisión Nacional de Valores para la obtención e intercambio de información y cooperación con autoridades o agencias extranjeras gubernamentales reguladoras y supervisoras de los mercados de valores y derivados”.
Desde el Poder Legislativo señalan que con la creación de esta superintendencia se podrá lograr una mayor seguridad jurídica en nuestro país, mediante el combate al lavado de dinero y una mayor eficiencia del mercado bursátil.
Se estipula, además, que formará parte del Banco Central del Paraguay, pero que gozará de autonomía funcional en el ejercicio de sus funciones. El documento se encuentra ahora en estudio en la Cámara de Senadores, cuyo plazo es hasta el 4 de agosto. Caso contrario, el proyecto será sancionado automáticamente y derivado al Poder Ejecutivo para ser promulgado o vetado.
“Lo positivo es que vamos a tener un regulador más fuerte y eso puede ser -siempre que nos dejen hacer negocios- utilizado positivamente para atraer inversiones extranjeras, para darle más fortaleza y confianza al mercado, para que más inversores institucionales participen, todo eso puede ser positivo con un regulador de mayor fortaleza”, indicó.
No obstante, Paredes advirtió que eso también puede ser contraproducente si abusan con la regulación y no frenan los negocios, porque entienden que ellos deben evaluar riesgos -siendo una tarea del inversor-, y no tanto del regulador.
“Si solamente van a aprobar negocios que ellos consideran que son de bajo riesgo o acotado, se va a limitar el mercado a muy pocas empresas. Siempre que se respete la esencia del mercado, en la cual el inversor asume los riesgos, va a ser positivo, porque eso nos llevó a donde estamos hoy”, afirmó.
A su criterio, lo que se necesita para fortalecer al sector bursátil en el país es generar más productos de inversión y la participación del Estado, es decir, que los inversores institucionales más grandes, como los bancos e IPS, puedan invertir en más instrumentos de mercado, como los bonos, acciones, fondos mutuos y fondos de inversión.
Acerca de las proyecciones de cara al segundo semestre del año, Paredes expuso que la estimación es que el segundo semestre sea movido como el primero. “Creo que llegaremos a un nuevo récord de volumen de negociaciones, superando lo realizado en el 2021 (G. 23,2 billones), que fue el año de mayor volumen de la bolsa”, apuntó.
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