El fenómeno se caracteriza porque el usuario tradicional está cambiando sus hábitos de consumo, debido a que actualmente los titulares no retiran la totalidad de su saldo directamente de los cajeros automáticos, si no que deciden comprar los artículos con el plástico. Este se debe también a ciertos beneficios que otorgan las entidades financieras, sin pasar por alto la practicidad y seguridad que brinda el dinero plástico.
En cuanto a las expectativas del segmento, se espera cerrar el 2017 con un movimiento de compras por valor de Gs 4,3 billones (USD 790 millones). Por su parte, de los 3,2 millones de tarjetas existentes en el mercado, 1,95 millones pertenecen al segmento débito.
Por su parte, el mayor índice de pago se da en los supermercados, estaciones de servicio, tiendas comerciales, restaurantes, entre otros.
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En cuantos a las tarjetas de crédito (1,29 millones activas) se espera cerrar el 2017 con operaciones de compras por valor de G. 9,96 billones (USD 2.600 millones), un 21% más que en el 2016.
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