“Interfisa tiene más de 40 años en el mercado, con una atención constituida en las pequeñas y medianas empresas, razón por la cual ganó premios internacionales. Pero como una forma de expansión, actualmente apostamos a otros segmentos, como el corporativo e industrial”, subrayó.
Hasta la fecha el banco posee 135.000 clientes y, según Ramírez, el objetivo es aumentar la cifra con la entrega de nuevos créditos a empresas e industrias de todos los tamaños y fortalecer el segmento de créditos de consumo o utilización de tarjetas en la categoría de particulares.
La expansión es posible mediante la liquidez de la entidad, aseguró el presidente. Entre otros datos, Interfisa cuenta con activos por G. 2.9 billones, una cartera de crédito de G. 1.8 billones y obtuvo un crecimiento del 11% en todas sus operaciones en 2020.
A esto se suma, el incremento sustancial de 30% en los depósitos a la vista, lo que demuestra la confianza de los clientes.
"Tenemos algunos segmentos relacionados a la producción, industrias y servicios, que obviamente tienen condiciones de superar las dificultades que se están presentando y de aumentar su participación en cuanto a la cantidad de operaciones con la entidad. Independientemente a esto, todos los segmentos podrán crecer si logramos encontrar productos que se adecuen a sus necesidades, y eso es justamente lo que haremos", apuntó.
A las 35 sucursales físicas del banco, que lo convierten en la entidad con mayor presencia a nivel país, todos sus servicios están disponibles en su plataforma digital.
Planes en marcha
Ramírez anunció que trabajan en un nuevo core bancario para fortalecer su visión de asistir a emprendimientos y empresas de menor porte.
Por otro lado, declaró que priorizarán la inclusión financiera, que es un área donde cuentan con el soporte financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Women's World Banking, para su programa de asistencia a mujeres emprendedoras.
Un sistema sólido
"Nos encontramos en el índice promedio del sistema, trabajando en ordenar las tres R (réditos, regulación y rentabilidad). Esto para ordenar los balances en aquellos segmentos con dificultades y atender las necesidades de los clientes de manera personalizada", mencionó.
Ramírez consideró que en términos generales el sector bancario se encuentra sólido en aspectos como solvencia y liquidez, por ello, el desafío central es determinar cómo se comportarán los diferentes rubros o segmentos a corto plazo, y actuar en consecuencia.
Además, la morosidad se encuentra bien administrada y con medidas acertadas como el mantenimiento de la tasa de referencia -del BCP-, la misión es administrar positivamente ese balance positivo, para que los clientes tomen las mejores decisiones y los bancos obtengan rentabilidad por sus servicios.
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