Este fenómeno se refiere a la compra impulsiva de productos de uso decorativo, generalmente de bajo costo, que despiertan sentimientos de nostalgia o ternura. Desde artículos kawaii -adjetivo japonés que se refiere a bonito- hasta figuritas de personajes de la infancia, las bolucompras se posicionaron como tendencia de consumo en el país.
Un infusor de té en forma de dinosaurio, un porta control remoto, un mini calentador de taza color rosa, un espejo con orejas de gato, un identificador de copas en forma de animales, un protector de cable de celular en forma de león… Son tiernos, sin duda, pero ¿imprescindibles? No, pero la gracia está en eso, en que sean accesorios que hagan lo fácil, más simple aún y si no, al menos tierno.
Leticia Méndez, propietaria de Antonieta’s Paradise, una tienda dedicada a la venta de productos de este tipo, compartió cómo su negocio ha encontrado un nicho en el mercado paraguayo.
“Mi tienda lleva el nombre de mi hija Antonieta y todo surgió de mi amor por los objetos tiernos y el concepto japonés kawaii, que significa algo lindo, tierno y encantador. Nos dimos cuenta de que estos productos no solo atraen a los niños, sino también a las mamás, tías y hasta a hombres adultos que ven en ellos recuerdos de su infancia con personajes como Dragon Ball o Pokémon”, afirmó.
El auge de las bolucompras en Paraguay ha motivado la apertura de nuevos locales y puntos de venta en sitios como shoppings, galerías y ferias comerciales. Leticia destacó que su tienda ya cuenta con dos locales y participa en ferias importantes como el Bazar Creativo, donde la demanda siempre es alta. “La gente está dispuesta a comprar cosas simplemente porque les encanta y les parece bonito, y eso ha impulsado nuestro crecimiento”, señaló.
Los productos más buscados abarcan una gran variedad: libretas de diseño único, luces decorativas, peluches de personajes icónicos, artículos de moda y hasta gadgets divertidos que se vuelven populares en redes sociales. Esto ha permitido a los comerciantes diferenciarse en un mercado donde la demanda se amplía constantemente.
Sara Alcaraz es propietaria de SÃSO Paraguay y agregó que el crecimiento de la demanda es sorprendente, con productos que atraen tanto a niños como a adultos. “Empezamos con accesorios y stickers, pero nuestros clientes pidieron más variedad, y ahora ofrecemos artículos de moda, productos de cuidado personal y hasta pequeños electrodomésticos que tienen un toque divertido o decorativo. La respuesta del público ha sido increíble”, comentó Sara.
Su negocio, que inicialmente estaba orientado a mujeres, evolucionó para atraer a un público mucho más diverso, incluidas personas que buscan productos virales que se popularizan en redes sociales como TikTok.
Esta tendencia demuestra cómo el consumo no siempre se basa en la necesidad, sino en el deseo de rodearse de cosas que alegren el día y activen una conexión emocional. En Paraguay, esta corriente está ganando cada vez más fuerza y muestra que la demanda por objetos únicos y llenos de encanto tiene aún mucho por ofrecer.
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