“Diciembre es un mes muy lindo para el trabajo”, resumió Villasanti, al describir una temporada alta que comienza ya en octubre y que en el último mes del año se intensifica con celebraciones casi diarias. Sin embargo, aclaró que el gran diferencial del negocio es haber logrado no depender exclusivamente de fechas clave. “Hoy tenemos una demanda constante de celebraciones. A la gente le gusta celebrar, aunque sea algo íntimo”, explicó.
Party Manía comenzó como un emprendimiento pequeño, pero hoy se consolida como una empresa en expansión, integrada por un equipo de siete mujeres con roles bien definidos. Este esquema de trabajo permitió profesionalizar la atención al cliente y responder a un mercado cada vez más exigente, donde aparte de buscar productos, buscan experiencias completas. “Tratamos de vender soluciones, no solo artículos”, señaló Villasanti.
Uno de los pilares del crecimiento fue la creación de un taller propio de personalización. Party Mania invirtió en maquinaria y capacitación del equipo, lo que permitió ampliar la propuesta de valor y adaptarse a una de las principales tendencias del mercado. “Las personas quieren algo que las represente, con su nombre, su foto, una frase, un hobby o una moda que las identifique”, afirmó.
Esta tendencia se refleja tanto en eventos sociales como corporativos. Cumpleaños en bares, brindis entre amigas, reuniones de grupos, after office, kick-off empresariales y encuentros informales se multiplican a lo largo del año. Aunque las celebraciones son cada vez más pequeñas en tamaño, aumentan en frecuencia y en nivel de detalle. “Son menos cosas, pero más pensadas, la gente quiere que se vea lindo, que tenga impacto visual y que se pueda compartir”, agregó.
Entre los productos más solicitados se destacan las decoraciones con caritas personalizadas, especialmente las imágenes de bebés de los homenajeados, incluso en cumpleaños de adultos de 20, 30, 40 o 50 años. Esta propuesta, que combina nostalgia y humor, se convirtió en uno de los top uno en ventas, junto con banderines, globos y piezas gráficas totalmente adaptadas al cliente.
El crecimiento de Party Manía también estuvo marcado por un proceso de rebranding y una mudanza al centro de Asunción, factores que potenciaron la visibilidad del negocio. A esto se suma el uso activo de plataformas como TikTok, Instagram y Pinterest, donde se detectan tendencias y se comunica el valor de la experiencia más que del producto en sí. “Buscamos que la gente conecte con lo que genera la celebración”, explicó la empresaria.
De cara a las fiestas de fin de año, la personalización vuelve a liderar la demanda. Para Navidad, se destacan los bouquets de globos, stickers personalizados incluidos los duendecitos con la cara de funcionarios para oficina y cotillón temático. En cuanto a tendencias, el rojo tradicional volvió con fuerza, acompañado de moños forrados en terciopelo, elaborados a mano en el taller propio de Party Manía. Para Año Nuevo, el dorado se impone como color principal, combinado con tonos beige y toques de plateado. “Este es un rubro con mucho potencial, las personas necesitan celebrar y conectar, y eso no va a desaparecer”, enfatizó.
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