El último punto de la declaración del CAS –conformado por los ministros de agricultura de la región- establece que es fundamental un comercio internacional más justo, transparente y previsible. Para lograr esto, el bloque manifestó que los subsidios para la producción y el comercio, y las barreras paraarancelarias son negativas para los consumidores y productores.
Posteriormente, señalaron que “hacen un llamamiento a los miembros de la OMC a limitar y a reducir, al menos a la mitad, de aquí a 2030, la suma de los niveles autorizados de ayuda interna causante de distorsión del comercio y la producción que se mantienen actualmente en la agricultura a nivel mundial”.
“La disminución de los subsidios al agro, que destinan los países de primer mundo, se solicita hace tiempo a través de la OMC. Esa política de subsidios la deben negociar primero entre ellos, porque los países emergentes hace tiempo reclaman dichas medidas, sin éxito”, expresó el director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), Fernando Masi.
Según datos de Oxfam, solamente EE.UU. invierte US$ 3.9 billones en subsidios para sus 25.000 productores de algodón todos los años, un monto similar al triple de la ayuda financiera que brinda el gobierno americano a los países africanos.
“A esta misma política de subsidios se le suman las medidas de inversión pública que hicieron las potencias para aliviar la afectación de la COVID-19 al sector agropecuario europeo y estadounidense. Esto nos resta aún más competitividad a los países sudamericanos”, explicó Masi.
Soberanía alimentaria, otra discusión
El primer punto de la declaración del CAS, que habla de la soberanía alimentaria, también es de especial importancia para Masi, ya que hace tiempo que los países que conforman el CAS necesitan establecer políticas para garantizar la soberanía alimentaria.
“Los pequeños y medianos productores son los que producen para el mercado local. En Paraguay hace tiempo que la seguridad alimentaria está en entredicho, debido a que la importación de los productos agrícolas incrementa y el campesino termina migrando a las periferias de las urbes”, complementó el director de Cadep.
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