El capital emprendedor y la inversión ángel todavía no están desarrollados en Paraguay, pero constituyen una alternativa para todo aquel que tenga interés en inyectar su dinero en startups o en iniciativas de emprendedores, que tienen una buena idea o un proyecto prometedor aunque carece de los recursos para llevarlo adelante.
“En primer lugar hay que entender que invertir en una empresa, todavía en formación y en desarrollo, implica que la idea todavía tiene que validarse. Sumarse a un grupo de emprendedores como inversor cuando el proyecto está en la fase de idea es lo más difícil porque entrar tan temprano implica mucho riesgo”, advirtió Defelippe.
Una vez que se toma la decisión de financiar un proyecto se debe tener en cuenta que la inversión en emprendimientos consiste en acompañar al emprendedor y no comprar la mayoría de las acciones y ser el jefe del emprendedor; la idea es potenciarlo y no convertirlo en empleado.
“Ese es un gran desafío en Paraguay porque muchas veces la gente que tiene recursos quiere poner todo el capital y ser el dueño del 100%, o la mitad y ser el propietario del 50% de la empresa para tomar todas las decisiones. Y terminan dándole instrucciones a su emprendedor y así matan su creatividad, y todo su ingenio queda atado a una estructura verticalista”, señaló.
En segundo lugar, se debe considerar que si se va a hacer una inversión de ese tipo es mejor realizarla en varias empresas y no en una sola, de modo a distribuir el capital en varios proyectos, por lo menos en cinco.
“Cuando se invierte en este tipo de emprendimientos se asume un riesgo, pero se debe atomizar la inversión en cinco a 10 proyectos. Hay que tener en cuenta también que hay que ir de a poco y no comprar la participación en cinco o 10 empresas en un solo día”, sugirió Defelippe.
Por último, lo aconsejable es no invertir más de lo que uno puede perder. Esto significa que el capital que uno destine a financiar un emprendimiento no debe conducirnos a la bancarrota, si el proyecto no tiene retorno. “Invertir sí, pero no como para sentirte atosigado y después tengas que cambiar de colegio a tu hijo por no poder pagar la cuota”, indicó el experto.
Lo que falta en Paraguay
Un consejo adicional es que los potenciales inversores se acerquen a Paraguayan Venture Capital (Parcapy) y a la Red de Inversión Ángel de Paraguay e informar que están interesados en acceder a algunas oportunidades y posibilidades que existen en el ámbito de esas organizaciones.
Defelippe afirmó que el capital emprendedor y la inversión ángel todavía tienen un desarrollo escaso en Paraguay, si bien “hay mucho más que hace 10 años”, y citó a Cibersons, iThink VC, y al Fondo de Inversión en Innovación de Paraguay (FIIP), fondos de inversión asociados a Parcapy.
“Ellos muchas veces buscan proyectos de base tecnológica y en Paraguay todavía no hay tantos. Otro desafío es salir de invertir solamente en empresas tecnológicas y hacerlo en empresas de sectores tradicionales pero que usan tecnología. Por ejemplo, invertir en el agro pero en una startup que usa la tecnología. Se puede diversificar los sectores y no solo tecnología pura y dura, sino tecnología utilizada en un sector que tiene un gran mercado y un gran potencial”, remarcó.
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