Conforme a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el VIH continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial y hasta la fecha ha causado 33 millones de decesos. No obstante, debido al aumento en el acceso a la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención eficaces de la enfermedad, incluidas las infecciones consecuentes, la infección por el VIH se convirtió en un problema de salud crónico llevadero que permite tener una vida larga y saludable. Se estima que a finales de 2019 había 38 millones de personas con VIH.
El virus de la inmunodeficiencia humana ataca el sistema inmunitario y debilita la defensa contra muchas infecciones y contra determinados tipos de cáncer. La función inmunitaria se suele medir mediante el recuento de linfocitos CD4. La OMS explica que a medida que el virus destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia. Es así que se llega hasta la fase más avanzada de la infección: síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), que de acuerdo a la persona puede tardar años en manifestarse si no se trata.
En América Latina, se estima que la cantidad de nuevos casos de VIH aumentaron en 21% desde 2010, con aproximadamente 120.000 nuevas personas infectadas en 2019. El Caribe presenta una reducción del 29% de 2010 a 2019, bajando de 18.000 nuevas infecciones estimadas en 2010 a 13.000 por año, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En lo que respecta a Paraguay, el último informe Situación Epidemiológica del VIH, correspondiente al 2018, del Programa Nacional de Control del VIH/Sida/ITS (PRONASIDA), del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), expone que desde el inicio de la epidemia en nuestro país en 1985 hasta el 2018 se registraron un total de 19.811 personas con diagnóstico de infección por el VIH, de los cuales 6.020 estaban categorizadas como Sida. En el mismo año se registraron 1.564 nuevos diagnósticos de infección por el VIH, de los cuales 434 fueron categorizados como Sida.
En el periodo citado se registraron además 4.853 personas fallecidas, por lo tanto, a fines de 2018 eran 14.958 las personas viviendo con la enfermedad.
Evolución del tratamiento
Desde el descubrimiento del Sida en 1981 y de su causa, el retrovirus VIH en 1983, fueron desarrolladas docenas de nuevos medicamentos antirretrovíricos. El reporte señala que actualmente el tratamiento con una combinación de al menos tres medicamentos antirretrovíricos diferentes es la terapia estándar para todas aquellas personas diagnosticadas con VIH. Este tratamiento evita la multiplicación del virus y lo puede hacer desaparecer de la sangre, lo que permite que el sistema inmunológico de la persona se recupere, supere las infecciones y evite el desarrollo del Sida o de otros efectos a largo plazo.
De acuerdo a la publicación, una persona que vive con VIH y que inicie el tratamiento antirretrovírico, hoy día tiene la misma esperanza de vida que otra persona seronegativa de su misma edad, así también, el riesgo de transmisión a una pareja sexual seronegativa se reduce en un 96%.
A finales de 2019, se estima que el 81% de las personas con el VIH conocían su estado serológico. El 67% del total estaba en tratamiento antirretrovírico y el 59% había logrado suprimir el virus y, por tanto, el riesgo de infectar a otros. Mientras que 25.4 millones de personas tenían acceso al tratamiento antirretrovírico.
En Paraguay, más de 9.700 personas se encuentran bajo tratamiento antirretroviral, conforme a la doctora Tania Samudio, titular del PRONASIDA. En el marco de la pandemia del coronavirus, unos 2.066 pacientes de Asunción y Central recibieron sus medicamentos antirretrovirales en la puerta de su casa para evitar que interrumpan su tratamiento. La iniciativa fue replicada en el interior del país y a través de encomiendas en las localidades de Ciudad del Este, Coronel Oviedo, Encarnación y Pedro Juan Caballero.
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