"La musicoterapia es una especialidad que emplea la música para rehabilitar o estimular áreas relacionadas con la atención, la memoria, el lenguaje, las habilidades sociales, el manejo de emociones y la motricidad", explicó Costantini. Su enfoque abarca a personas de todas las edades, desde niños con trastornos del neurodesarrollo hasta adultos mayores con enfermedades como el Alzheimer o secuelas de accidentes cerebrovasculares.
Costantini enfatizó que la musicoterapia no es simplemente escuchar música para relajarse. "Implica actividades como tocar instrumentos, cantar, improvisar o componer canciones, diseñadas específicamente para alcanzar objetivos terapéuticos", detalló.
En Guiarte, un equipo multidisciplinario trabaja en conjunto para abordar las necesidades de las personas. "Aquí las familias encuentran, en un solo lugar, profesionales de fonoaudiología, psicología, psicopedagogía, neuropsicología, neuropediatría y, por supuesto, musicoterapia", comentó Costantini. Este enfoque integral busca maximizar los resultados terapéuticos.
Un ejemplo de la eficacia de esta disciplina se observa en su trabajo con niños con autismo, donde canciones infantiles se utilizan para estimular el lenguaje. En adultos mayores, el uso de canciones de su época también ayuda a recuperar memorias y reforzar su identidad.
Creciente demanda
Costantini destacó que la demanda de musicoterapia está en constante crecimiento. "Cada vez más padres apuestan por esta terapia para desarrollar habilidades en sus hijos. Además, la apertura de la carrera de Musicoterapia en la Universidad Católica también permitió la formación de nuevos profesionales en nuestro país para satisfacer esta necesidad", señaló.
Sin embargo, aún existen desafíos. "En el sector público, la demanda supera ampliamente la oferta. Sería ideal contar con más servicios de musicoterapia en hospitales regionales y centros de salud estatales", subrayó.
Según Costantini, la necesidad de ampliar los servicios de musicoterapia en el sector público obedece a la versatilidad de la disciplina. "El impacto de la musicoterapia no solo se limita a la rehabilitación física o cognitiva, sino también al bienestar emocional. Es como ir al psicólogo, pero a través de actividades musicales. Los pacientes no lo sienten como una terapia, sino como un momento de disfrute, lo que facilita su conexión y progreso", concluyó la profesional.
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