“Siempre estamos con las opciones de las masas listas para hornear que facilita el trabajo de todos en la casa, más en estos días de bajas temperaturas que se vienen, cuando una chipa o un mbeju bien caliente entra en todo momento”, resaltó Ángel Garcete, CEO de Granopar, una empresa familiar creada por Eulalio Garcete hace más de 35 años, ubicada en el barrio Laurelty, de Luque.
Con relación a las novedades, indicó que hay varios nuevos productos a punto de ser lanzados al mercado, pero sin fecha determinada. Esto, a raíz de que los proveedores viven en incertidumbre por los trajines de las importaciones de Brasil.
“Los permanentes cortes de rutas son todo un problema para nosotros y nos afecta directamente con los tiempos”, señaló el CEO, quien además añadió que la inestabilidad económica, aumento de precio de combustibles y remarcación de costos de materias primas afectó indudablemente al sector.
Sin embargo, destacó la fidelidad de grandes cadenas de supermercados, hoteles y restaurantes que apuestan a trabajar con la firma a pesar de los ajustes de precios que indefectiblemente tuvieron que realizar.
Con referencia al crecimiento de la empresa, en volumen de ventas en 2021, y proyecciones para el 2022, describió que la pandemia impactó de forma muy dura al rubro, por lo que el enfoque se mantiene en permanecer en el mercado. “Fue muy duro para nosotros mantener el equipo de trabajo, hemos hecho muchos sacrificios para mantener a las personas y porque sabíamos que era una prueba en la que debíamos ajustar cinturones y esperar que todo mejore para seguir”, sostuvo.
“Para el 2022 seguimos con incertidumbre, los mercados tienen necesidades de alimentos pero también hay miles de factores negativos que hacen que no sea fácil cerrar los negocios”, precisó.
Entre ellos citó el aumento del precio del flete marítimo para las exportaciones, la sequía y el cambio climático, ataques de plagas a los cultivos y los bajos rendimientos. A esto se suma, según Garcete, la suba del petróleo, la guerra de Rusia y Ucrania y las buenas o malas jugadas de las políticas públicas que, en alguna medida, crean incertidumbre al cerrar los números para mayores inversiones.
“Las expectativas para exportar siempre son buenas, los mercados cada vez exigen más calidad y ahí estamos apostando, invirtiendo en la renovación de equipos, incorporación de nuevos sistemas de secado que no están disponibles en el mercado, tratando de cumplir con las expectativas del cliente”, aseguró.
Lo más demandado
En cuanto a las harinas, cuentan con la harina cocinada 100% de granos de maíz amarillo, que es la más preferida por las amas de casa. En este sentido, Garcete señaló que desarrollaron más de cinco tipos de harina según el tipo de uso que se le brinda en la industria como materia prima, ya sea para alimentos o para el consumo masivo.
La harina de arroz, por ejemplo, es un producto muy noble y que está llegando a las casas para consumir alimentos más saludables, con capacidad de elaborar alimentos dulces y salados.
Mientras que entre las masas listas para hornear, la favorita y la número uno del mercado es la masa lista para hornear de sopa paraguaya y la segunda de chipa guasu.
Los productos de Granopar, en su totalidad, son libres de gluten y trabajan muy de cerca con la Fundación Paraguaya De Celíacos (Fupacel) para certificar que los productos sean aptos y cuenten con la aprobación y certificación de libres de gluten.
“Hace no más de 15 días hemos sido parte del evento gastronómico más importante de los últimos tiempos en cuanto a gastronomía tradicional (Luque), donde se presentó la sopa más larga del mundo, que para nosotros es un orgullo y una gran satisfacción ser considerados para este gran desafío no menor para nosotros”, ilustró.
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