En el mes de agosto, el Banco Central del Paraguay (BCP) anunció la unificación de límites de las tasas de interés usurarias. Desde septiembre ya no existen topes de tasas de interés diferenciados por plazos de los créditos, sino un único techo que es muy próximo a la tasa máxima que se aplicaba a las operaciones a 90 días.
Por ejemplo, hasta agosto la tasa de interés de un crédito en guaraníes a un plazo mayor de 1 año no podía sobrepasar el 38,32%. Con la nueva normativa esta tasa de interés queda fijada en 56,21%, lo que supone un incremento de un poco menos de 20 puntos porcentuales.
En opinión de algunos analistas y ejecutivos de entidades financieras, esta medida será beneficiosa para el acceso y uso de productos financieros, pues, con los nuevos niveles de tasas de interés, podrán acceder a préstamos y servicios del sector financiero formal personas que anteriormente no calificaban como sujetos de crédito. Se asume, así, que podría duplicarse la cantidad de personas que anualmente acceden al sistema financiero formal.
La decisión del BCP de elevar los límites de las tasas de interés que se consideran usurarias puede ser interpretada como una medida que aliente a las instituciones financieras a asumir mayores riesgos, para que abran su oferta de préstamos a clientes que, por su perfil informal, hoy se ven obligados a buscar otros canales de financiamiento. Una mayor tasa de interés les permitirá cubrir niveles de morosidad más elevados, que de hecho es muy factible cuando se trata de clientes informales.
Nuevos límites de tasas de interés apuntan a bancarización del sector informal
La tasa de interés es, sin lugar a dudas, uno de los principales elementos dentro de una economía, dependiendo del nivel que asuma, ella puede incentivar al ahorro, desalentar el consumo, movilizar inversiones o atraer capitales, también es de fundamental importancia para la aplicación de la política monetaria de todo banco central.
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