“Anteriormente se pensaba que la salud dependía solamente, por ejemplo, de la medicación que uno recibía, o de un solo factor. Nosotros tenemos, ahora, la categorización científica de cuatro niveles de determinantes de la salud”, explicó a InfoNegocios el Dr. Mariano Galeano, clínico especializado en salud pública.
El especialista relató que desde 1974 se tiene en cuenta en salud pública el informe de Marc Lalonde, quien fue el ministro de Salud de Canadá, quien afirmaba que el nivel de salud de una comunidad depende de cuatro grandes grupos, los cuales son de mayor a menor importancia: las condiciones socioeconómicas, culturales y medioambientales, a nivel macro; luego, las redes sociales y comunitarias; posteriormente, los estilos de vida del individuo; por último, los factores personales (la edad, sexo, factores físicos y genéticos).
“Es importante que los habitantes de un territorio conozcan estos determinantes, y se comprenda que la salud no mejora simplemente con la apertura de hospitales, sino con sistemas de seguros sociales, una economía pensada en la salud con créditos especiales. Además, no es un tema puntual, sino que se encuentra dentro de una educación cívica sobre derechos y obligaciones: el derecho a la salud, el derecho a la educación y el derecho al trabajo son transversales, no son compartimentos estancos”, indicó Galeano.
La importancia de una economía funcional a la salud y participación de las empresas
Según el clínico, los determinantes de la salud vienen de una estructura de la sociedad. Si una sociedad está desestructurada, sin respuesta al bienestar total de los habitantes, no se puede tener una salud plena.
Así también manifestó que las condiciones macro, es decir, en las que está incluida la condición socioeconómica, son las más importantes. “Si no tenemos una economía, una macroeconomía con una equitativa distribución de las riquezas, no existe acceso a la salud para todos. Por ejemplo, si no tenemos acceso a empleo con un salario justo, es más difícil contar con acceso a servicios como agua potable, recolección de basura, una vivienda con un ambiente saludable. El empleo y el desempleo juegan un papel fundamental”, remarcó.
Sobre la participación indispensable de las empresas en la colaboración de la construcción de sistemas más funcionales a la salud, comentó que debe ser un fin incluido en la responsabilidad de la empresa, ya que, según la ley misma, el objetivo de las empresas no es simplemente lucrar, sino contribuir al desarrollo de la sociedad. Sobre todo para esta etapa pandémica, Galeano propone que los empleadores tengan en cuenta más que nunca la salubridad laboral, el bienestar mental, las comodidades ambientales y de movilidad, el seguro social y en lo posible la nutrición de sus empleados.
Agregó además dos perspectivas de importancia: “Las empresas deben preocuparse por la salud de sus trabajadores, uno, por la responsabilidad social que tienen -son la principal fuente de trabajo y bienestar de los ciudadanos, sobre todo en áreas urbanas-, pero también y muy importante es que el trabajador que está sano rinde más y mejor. Para que un trabajador sea productivo, debe estar en un estado de bienestar físico y mental”.
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