El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) informó que el déficit fiscal acumulado alcanzó G. 8,6 billones (US$ 1.122 millones), equivalente al 2,6% del PIB. Los ingresos totales crecieron un 15,7%, mientras que los gastos aumentaron un 9,5%. A su vez, la inversión pública se situó en el 1,9% del PIB.
El plan de convergencia del déficit fiscal inició durante el gobierno anterior. Después de casi cinco años, el saldo rojo alcanza su nivel más bajo, un registro que no se veía desde 2019, antes de la pandemia, cuando se situó en 2,8%. “Para el 2026 esperamos volver al límite autorizado por la Ley de Responsabilidad Fiscal con un déficit de 1,5% del PIB”, expresó Felipe González Soley, gerente de Economía del MEF.
Desde el sector privado, el directivo de M360 explicó que estos resultados son vistos con buenos ojos para el sector empresarial, ya que mientras el déficit se ajuste a los límites establecidos por la ley, esto enviará una señal positiva a los inversores. “Si el Estado logra operar dentro de los límites establecidos en la Ley, quiere decir indirectamente que no hay necesidad de un aumento de la presión tributaria. Entonces eso le da mayor estabilidad y tranquilidad con respecto a un posible aumento de impuestos”, remarcó.
Esta estabilidad es uno de los atributos más valorados por el inversor extranjero y el sector empresarial. En ese sentido, Mersán recordó que además del aspecto impositivo, Paraguay se destaca por el costo de la energía, especialmente para la industria electrointensiva, y el acceso a energía limpia. Asimismo, otros factores relevantes son la disponibilidad de mano de obra joven, los regímenes especiales, como el de maquila, que año tras año alcanzaron cifras récord de exportación.
Mersán subrayó que, además, la ubicación estratégica de Paraguay, cercano a grandes mercados como Brasil y Argentina, así como a ciudades clave como Buenos Aires y San Pablo, convierte al país en una opción atractiva para los inversores.
“La ubicación geográfica de Paraguay hace que el inversor busque un país donde haya baja tributación, disponibilidad de mano de obra, regímenes especiales y el proceso de inversión es relativamente fácil, sin muchas exigencias”, dijo.
Expectativa
Los indicadores locales y el contexto en los países vecinos permiten proyectar un año positivo para Paraguay. El directivo destacó escenarios favorables, como la apertura del mercado argentino, que impulsará a las industrias locales a ser más competitivas frente a la importación de productos. Esta situación posiciona a Paraguay como una alternativa estratégica para reducir costos de producción y fortalecer la competitividad.
En relación con Bolivia, señaló que la crisis actual, agravada por las restricciones en el pago de divisas, está afectando el comercio exterior. Esto ha llevado a empresas e industrias bolivianas a trasladar sus operaciones a Paraguay en busca de mayor estabilidad.
Respecto a Brasil, subrayó que el crecimiento económico del país representa una oportunidad para Paraguay, al impulsar la demanda de productos importados. No obstante, la presión tributaria sobre el sector laboral en Brasil continúa siendo un factor que incentiva a las industrias brasileñas a instalarse en Paraguay.
Tu opinión enriquece este artículo: