Martínez describió el estilo de Casa Kõi como rústico moderno con toques minimalistas, donde la madera, los tonos neutros y los detalles artesanales generan una atmósfera cálida y relajada. “Queremos que cada persona que llegue sienta que encontró un lugar para desconectarse y, al mismo tiempo, disfrutar de la frescura de la naturaleza”, destacó.
Uno de los diferenciales del alojamiento radica en su flexibilidad horaria. Los visitantes coordinan con el equipo el momento de check-in y check-out, lo que permite adaptarse a vuelos, escapadas de fin de semana o estadías largas. “Contamos con una persona encargada de recibir a cada huésped, entregar la llave y mostrar las instalaciones, por lo que siempre buscamos ajustarnos a la necesidad de quien nos visita”, explicó la propietaria.
En cuanto a la gastronomía, Casa Kõi estableció un convenio con el restaurante Terracota, que ofrece desayunos a precios preferenciales para los huéspedes. De esta forma, los visitantes eligen entre opciones locales o internacionales y disfrutan de una experiencia culinaria que complementa el encanto de Areguá.
El espacio también destaca por sus áreas comunes diseñadas para compartir: un patio con vegetación y hamacas, piscina con reposeras, quincho con parrilla, cocina totalmente equipada y hasta un estacionamiento para cinco vehículos. Además, las habitaciones principales combinan comodidad con detalles que invitan al descanso. “Nuestro objetivo siempre fue que la gente se sienta como en su propia casa”, remarcó Martínez.
La ubicación refuerza el atractivo del alojamiento. A pocos pasos se encuentran el Cerro Kõi, el Lago Ypacaraí con su costanera, y el centro histórico de Areguá con su arquitectura colonial y su tradición artesanal. “El horno Noborigama, los talleres de cerámica, los museos y hasta las cervecerías artesanales hacen de este lugar una experiencia completa”, señaló la empresaria.
Casa Kõi también conecta a sus huéspedes con la cultura local mediante tours y actividades personalizadas: recorridos de cerámica en talleres tradicionales, senderismo en el cerro, visitas guiadas por el casco histórico y experiencias gastronómicas que incluyen degustaciones de cervezas artesanales.
En cuanto a tarifas, el alojamiento ofrece opciones que se ajustan a distintos perfiles de viajeros. Las estadías arrancan en G. 450.000 por noche de lunes a viernes, mientras que los fines de semana y temporada alta la tarifa asciende hasta G. 950.000. Para grupos, eventos privados o estadías prolongadas, Casa Kõi diseñó combos especiales y precios personalizados.
En un contexto donde el turismo apuesta cada vez más por experiencias auténticas, Casa Kõi se consolidó como un puente entre naturaleza, cultura y hospitalidad. “Creemos que Areguá es un destino que merece descubrirse con calma, y Casa Kõi es el lugar ideal para hacerlo”, concluyó Martínez.
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