Según el viceministro de Agricultura del MAG, Ing. Daniel Ortiz, el maní tiene una presencia más consolidada, con producción destacada en el Chaco y en zonas de San Pedro como Río Verde. “El maní es uno de los cultivos más fuertes dentro de esta categoría. La macadamia también está en crecimiento, especialmente en el distrito de Iguazú, aunque aún es más bien una producción empresarial y no masiva”, explicó el viceministro en entrevista con InfoNegocios.
Ortiz señaló que uno de los principales desafíos para el desarrollo de nuevos cultivos como el pistacho es el proceso de adaptación y cuarentena exigido por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), que puede llevar hasta dos años. “Hay interés, pero el proceso para introducir nuevas especies no es simple”, reconoció. En el caso del pistacho, si bien Argentina es uno de los mayores exportadores de la región, en Paraguay aún se cuentan con muy pocos productores que están recién iniciando.
Otro factor limitante es el tiempo de retorno de las inversiones. A diferencia de cultivos anuales como la soja o el maíz, el árbol de macadamia puede tardar entre 5 y 7 años en comenzar a producir. Esta característica lo convierte en una opción menos atractiva para pequeños productores que necesitan ingresos en el corto plazo.
Sin embargo, el consumo interno va en aumento, impulsado por una mayor conciencia sobre la alimentación saludable y la incorporación de estos productos en la gastronomía local. “Cada vez más gente busca frutos secos como parte de una dieta balanceada, y eso se refleja en el crecimiento de la demanda en ferias, comercios y tiendas especializadas”, dijo Ortiz.
Un ejemplo de este auge es De Floresta, un comercio que opera hace 9 años en Asunción y que participa activamente en ferias como el Agroshopping. “Nos especializamos en frutos secos, semillas, cereales y condimentos. La gente busca mucho almendras, nueces, pistachos, avellanas y productos para desayuno como granola”, comentó Ramiro, encargado del local. Aunque algunos productos son nacionales, como el sésamo o el maní, una parte importante de la oferta se importa, especialmente productos como la canela en rama, que no se produce localmente en volumen suficiente.
Lo mismo ocurre con la empresa Kang Alimentos, liderada por dos familias de ascendencia china que operan en Paraguay. Ofrecen una variedad de frutos secos, galletas artesanales y turrones, y también están apostando a ampliar su línea con nuevas especias y condimentos. Además del Agroshopping, comercializan en su tienda propia y vía online. “Algunos productos como el sésamo provienen de Paraguay, pero la mayoría, como la canela y el pistacho, son importados de países como Brasil, Chile y Argentina”, explicaron.
Kang Alimentos pertenece a la Asociación de Comercio China-Paraguay y apuesta a prácticas sostenibles, como el uso de empaques ecológicos, lo que demuestra una creciente preocupación por el impacto ambiental del negocio.
Aunque todavía incipiente, el sector de frutos secos muestra señales de crecimiento y diversificación. La consolidación de este rubro requerirá inversiones, tiempo y políticas públicas que acompañen tanto a los grandes productores como a los pequeños emprendedores. Pero la semilla ya fue plantada.
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