Diego Méndez, propietario de Agroganadera Don Diego, explicó para InfoNegocios que el objetivo del curso es brindar herramientas prácticas y conocimientos precisos sobre genética, alimentación, espacio y manejo del agua, factores determinantes para lograr un crecimiento eficiente y saludable de los animales. “Un cerdo en terminación necesita aproximadamente 1,2 m2. El espacio es fundamental, porque permite que el animal se mueva, desarrolle su musculatura y aproveche mejor la alimentación”, detalló.
El manejo del agua es otro de los puntos centrales. Según Méndez, un cerdo puede consumir entre 10 y 12 litros diarios, dependiendo de su peso. “Muchas personas creen que dar agua en grandes cantidades una sola vez al día es suficiente, pero el animal desecha gran parte. Por eso es crucial que el agua esté disponible constantemente, preferentemente mediante chupetes conectados a agua corriente, para asegurar su ingesta adecuada”, explicó.
La alimentación balanceada también juega un rol esencial. Méndez resaltó la importancia de ajustar la dieta a cada etapa de crecimiento: iniciador (desde el nacimiento hasta los 20 kg), crecimiento (21 a 50 kg) y terminación (más de 50 kg hasta los 120 kg). “El balance correcto de proteínas, energía, vitaminas y minerales es clave. Mezclar alimentos sin control puede provocar problemas digestivos que afectan el engorde”, señaló. Entre los componentes recomendados se incluyen suero, alimentos a base de mandioca y espeller de soja o canola, mientras que el maíz se utiliza principalmente como fuente de energía.
La genética, según Méndez, también ha evolucionado para responder a las demandas del mercado. “Antes se usaba la raza CQ36, que producía muchos lechones pequeños. Hoy se opta por mezclas más rústicas y carnosas, que responden mejor a la demanda de embutidos en Paraguay, donde se consume más este tipo de productos que la carne de cerdo fresca”, indicó.
Otro aspecto fundamental es la infraestructura de los galpones. En climas extremos, los animales requieren refugio adecuado: techos confortables y paredes cerradas en invierno, y áreas de barro o sombra en verano. “El cerdo no tiene glándulas sudoríparas, por lo que necesita estrategias para regular su temperatura. También debe tener suficiente espacio para moverse, correr o saltar, lo que contribuye a la conversión eficiente de proteína en carne”, señaló Méndez.
Para alcanzar los objetivos de engorde en 120 días, es crucial que los lechones entren al proceso con un peso promedio de 20 kg. Durante este tiempo, se calcula que cada animal consumirá alrededor de 278 kg de alimento, ajustado cuidadosamente a su etapa de desarrollo. La combinación de genética adecuada, alimentación balanceada, control del agua y espacio óptimo permite que los productores logren cerdos sanos y de calidad comercial en un tiempo relativamente corto.
Con esta capacitación, Agroganadera Don Diego busca no solo compartir conocimientos, sino también fortalecer la cadena de producción porcina en Paraguay, promoviendo prácticas que mejoren la eficiencia y la rentabilidad del sector. “Queremos que los productores comprendan que no se trata solo de dar alimento, sino de un manejo integral del animal, considerando su bienestar y su desarrollo para lograr los mejores resultados”, concluyó Méndez.
La jornada se perfila como una oportunidad para que los interesados en la producción porcina puedan actualizar sus técnicas, aprender sobre nuevas genéticas y profundizar en el manejo adecuado de los animales, contribuyendo así al crecimiento sostenible de un sector con gran potencial en el país.
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