¿Cuál es tu filosofía de trabajo?
Soy partidario de un liderazgo participativo, donde las ideas se construyen en conjunto y cada persona tiene espacio para aportar. Me gusta generar un entorno de debate y aprendizaje compartido, donde todos podamos crecer profesional y personalmente. Hay una frase que me marcó mucho, "no es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos". Ese "cómo" tiene que ver con las personas, con la actitud y con la forma en que enfrentamos los desafíos. Los resultados son importantes y, en el mundo de las ventas, son nuestra razón de ser. Pero el cómo conseguimos esos resultados es lo que marca la diferencia y nos permite sostener el crecimiento a largo plazo.
Creo firmemente que las personas son lo más valioso que tienen las organizaciones, y que nuestro rol como líderes potenciarlas tanto en lo individual como en lo colectivo, para que crezcan con nosotros.
¿Quién fue tu mayor mentor o fuente de inspiración en tu carrera y qué aprendiste de esa persona?
Mis padres fueron, sin dudas, mi mayor influencia. Me transmitieron valores que hoy sostienen mi forma de liderar: la empatía, el respeto y, sobre todo, el don de gente, que para mí es una de las virtudes más importantes en la vida y en los negocios. A lo largo de mi carrera tuve varios jefes, y todos me dejaron aprendizajes valiosos. Creo que fui afortunado de tener a las personas adecuadas en cada etapa profesional.
Uno de ellos me dijo una frase que con el tiempo entendí en toda su profundidad, y que hoy trato de transmitir en mi liderazgo, "no es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos". Desde entonces, esa idea guía mi manera de trabajar y de vivir. Y si pienso en motivación, mi familia (mi esposa y mis hijos) son el motor de todo. Ellos me inspiran a superarme cada día y a dejar un ejemplo que los enorgullezca, tal como mis padres hicieron conmigo.
¿Qué estrategias considera esenciales para posicionar una marca en mercados competitivos?
Todo parte de entender a las personas. Antes que pensar en campañas o tácticas, hay que escuchar y comprender qué las mueve, qué las inspira y qué valoran. Hoy los consumidores buscan sentirse parte de algo, identificarse con lo que la marca representa. Ya no compran solo un producto, sino el propósito que hay detrás. Autos que te lleven y te traigan hay muchos, pero las personas no buscan trasladarse, buscan vivir experiencias y elegir estilos de vida.
En BYD trabajamos justamente en eso, educar, acompañar y generar confianza en torno a la movilidad eléctrica. No se trata solo de vender, más bien de construir una relación de largo plazo coherente con los valores que promovemos. Cuando una marca logra conectar propósito con resultados, el posicionamiento se vuelve una consecuencia, no un objetivo.
¿Qué rol considera que juegan la inteligencia artificial y la tecnología en la transformación del marketing actual?
La tecnología y la inteligencia artificial son grandes aliadas, y nuestra responsabilidad es usarlas con criterio. Nos permiten conocer mejor al cliente, anticipar tendencias y tomar decisiones más rápidas y precisas. Pero también nos recuerdan que detrás de cada dato hay una persona. La IA puede analizar información, pero el juicio, la interpretación y la conexión con el cliente siguen siendo humanos. El Punto está en combinar inteligencia artificial con inteligencia emocional, ahí es donde realmente se genera valor.
¿Cómo haces para equilibrar la creatividad con la necesidad de medir resultados y lograr objetivos concretos?
En un entorno competitivo, la creatividad es fundamental, pero lo que no se mide, no se mejora. Las ideas valen cuando generan impacto. Medir no limita, orienta, ordena y permite aprender. Por eso es importante encontrar ese punto donde la creatividad tiene propósito y los números confirman que vamos por el camino correcto.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo y cómo le transmitís eso al equipo?
Me apasiona ver a las personas cumplir metas y sueños. Un auto representa mucho más que un producto, muchas veces es el resultado de años de esfuerzo o el inicio de una nueva etapa. Ser parte de ese momento es algo muy especial. Con el equipo buscamos acompañar a cada cliente en ese proceso, brindando el soporte necesario para que viva una experiencia positiva de principio a fin. Los clientes satisfechos son la mejor recompensa.
También me motivan los desafíos y la posibilidad de encontrar oportunidades en contextos difíciles. Creo que es ahí donde se mide el verdadero carácter de un equipo, esa energía, esa mezcla de orgullo y propósito, es la que intento transmitir cada día.
¿Qué proyecciones tienen para el sector este año?
Los vehículos de nuevas energías se vuelven cada vez más relevantes en Paraguay. En lo que va del 2025, las ventas ya casi se duplicaron frente al 2024, con un crecimiento del 179%, impulsadas por un consumidor cada vez más informado y consciente. En ese contexto, BYD lidera el mercado de vehículos 100% eléctricos con el 33% de participación y también encabeza el segmento de híbridos enchufables con un 31%, consolidándose como la marca que más impulsa la movilidad sustentable en el país. Nuestro foco es seguir expandiendo la presencia de la marca y continuar educando al consumidor sobre los beneficios reales de esta tecnología.
En 2026, nuestro objetivo es ingresar al top 10 de marcas más vendidas del mercado paraguayo y, en el mediano plazo, alcanzar el liderazgo total (como BYD ya lo hace a nivel global). Creemos que la movilidad eléctrica dejará de ser una alternativa para convertirse en el nuevo estándar de la industria.
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