Directamente desde los valles argentinos de Mendoza, Navarro Correas trae los inconfundibles sabores de Juan de Dios, un vino intenso como la vida misma del hombre en cuyo honor fue creado. “Este vino guarda las cualidades que destacaron a su inspirador”, comentó el enólogo Fernando Ravera, experimentado en vendimias y gran conocedor de tintos.
Se trata de un vino que se elabora a través de distintas uvas, lo que el mundo del vino llama un “blend”. Es una mezcla Malbec (82%) y Cabernet Sauvignon (18%). “Cada componente fue criado en barriles de madera de roble francés durante 18 meses y una estiba posterior de 12 meses. Es un producto 100% de nuestros viñedos en Mendoza, Argentina”, dijo el enólogo.
Una bebida que llegó para conquistar a todos. “Creo que al público paraguayo le va a encantar Juan de Dios porque es muy fino, elegante y suave. Los consumidores hoy día piden bebidas más suaves y distintas y este un producto único y diferente de todo nuestro portfolio de vinos”, expresó.
El enólogo mencionó que este vino rinde un homenaje a Don Juan de Dios Navarro Correas que plantó sus primeros viñedos fundando así las bases de Navarro Correas, que más tarde sería una de las bodegas más importantes del mundo. “El fue uno de los primeros en plantar la vid en Mendoza dando así inicio a la consagrada vinicultura argentina”, resaltó.
Esta bebida guarda en sí misma las cualidades que destacaron a su inspirador, quien ha sido renombrado a través de los años por su constante búsqueda hacia la excelencia, personalidad jamás inadvertida y determinado en el cumplimiento de sus metas.
“Para que un vino sea realmente bueno no tiene que tener ningún defecto. Esto es fundamental”, aseguró. “¿Cómo uno se puede dar cuenta si es bueno o no? Cuando abrís un vino y se termina está bueno. Tiene que ser una bebida que todo el mundo disfrute y recomiende”, explicó.
Juan de Dios Correas fue una persona que marcó huella en su tierra como gobernador de la Ciudad de Mendoza en 1824 y colaborador activo del general José de San Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú; y que ahora lo hace fuera de sus fronteras a través de este vino que lo identifica.
De acuerdo con sus características enológicas, está pensado para el disfrute de aquellos consumidores que aman el buen vino, solos o acompañados con amigos o familia, en eventos importantes o en el momento justo cuando deseen descorchar un vino que evoca los placeres refinados de la vida.
Este vino armoniza perfectamente con platos ricos en proteínas como pierna de cordero al fuego, carnes rojas, estofados, pato, risotto con hongos, quesos maduros, pasteles de carne gratinados, foie gras, entre otros.
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