Hoy toda empresa, grande, mediana o pequeña debe contar con sólidas estructuras de gobernanza y control, que junto con una cultura de transparencia, accesibilidad de la información e integridad le brinden competitividad y estabilidad. Así, tener montado un sistema considerando estándares mínimos para un buen gobierno corporativo es de suma importancia para conducir sus actividades de forma íntegra, transparente y prolija, potenciando la competitividad y optimizando el uso de sus recursos. Más aún si su empresa es un banco, financiera, casa de crédito o compañía de seguro, que conforme a la Resolución 16/22 del Banco Central del Paraguay (el “BCP”) debe contar con un esquema basado en los “Estándares Mínimos de Buen Gobierno Corporativo” establecidos en la misma. Sin embargo, en Paraguay, donde en muchos sectores prevalece la informalidad, el gobierno corporativo es un concepto nuevo, siendo por ello pertinente que conozca más sobre el mismo.
¿Qué es el gobierno corporativo?
En líneas generales, el gobierno corporativo es un conjunto de prácticas reguladas para facilitar la organización de una empresa, enfocadas en mejorar la participación, la transparencia y la comunicación. Generalmente tiene cuatro componentes: los accionistas, el Directorio, la plana gerencial y los comités. De acuerdo con el modelo de negocio, el tamaño, las necesidades y los objetivos de una empresa el modelo de gobierno corporativo más adecuado para ella puede estructurarse y adaptarse, sirviendo como una herramienta adecuada a cualquier tipo de compañía, pero también como una técnica universal que beneficia al panorama empresarial a largo plazo.
Así, un esquema de buen gobierno corporativo adecuadamente diseñado según las necesidades de su empresa puede brindarle una solución para problemas habituales mediante políticas internas y prácticas administrativas responsables, estabilidad financiera, atracción de inversiones y acceso a financiamientos. Actualmente, las mayores empresas del mercado han incorporado a sus estructuras estándares de buen gobierno corporativo para continuar reinventándose, pero sobre todo para continuar expandiéndose. La necesidad es aún mayor si su empresa es un banco, financiera, casa de crédito o compañía de seguro, que de acuerdo a la Resolución 16/22 del BCP, aparte de contar con un Directorio y una plana gerencial con personas con adecuadas destrezas y experiencia en el segmento donde opera la empresa, que les permitan comprenderla y evaluarla plenamente para garantizar que sus actividades se desempeñen adecuadamente, debe contar con comités especializados en áreas como auditoría, riesgos, retribuciones, recursos humanos, ética y cumplimiento regulatorio.
¿Qué aporta un buen gobierno corporativo?
a. Control interno
Entre las principales ventajas que brinda un buen esquema de gobierno corporativo se encuentra la división equivalente en la toma de decisiones estratégicas y las responsabilidades entre el Directorio, la plana gerencial, los accionistas y los comités, si existen. Esto significa que cada órgano del gobierno corporativo debe tener el mismo nivel de independencia y autoridad en los procesos que le competen en la dirección y administración de la empresa. Esto permite no solo contar con una adecuada administración, sino una mayor transparencia y control en su desarrollo.
También refuerza la importancia de la gestión de riesgos, que prepara al Directorio, la plana gerencial y eventualmente los comités para saber cómo actuar ante una situación o problemática que ponga en riesgo la función, bienestar o integridad de la compañía.
b. Atracción de inversionistas
Asimismo, cuando una empresa incorpora y ejecuta prácticas de buen gobierno corporativo y control interno, su valor consecuentemente aumenta. Hoy los inversionistas evalúan a las compañías y las oportunidades de inversión mediante elementos que garanticen una buena gestión y rentabilidad a largo plazo.
c. Integridad y protección de los intereses de los accionistas
Otra de las ventajas de contar con un esquema de buen gobierno corporativo es la de erigir a la transparencia y la comunicación como las bases principales de las políticas y normativas internas, lo cual no solo garantiza que el giro empresarial se conduzca de forma íntegra, sino también la protección de los intereses de los accionistas, que son los dueños de la empresa, a través del compromiso de mantenerlos informados constantemente y de involucrarlos en el desarrollo del giro corporativo. Esto permite que no pierdan de vista los intereses financieros vinculados al giro empresarial, que directamente pueden beneficiarlos o perjudicarlos.
d. Manejo seguro, responsable y organizado de la información
A su vez, como una estructura de buen gobierno corporativo diseñada según las características y necesidades de su empresa divide equivalentemente la toma de decisiones estratégicas y las responsabilidades entre el Directorio, la plana gerencial, los accionistas y los comités, si existen, al mismo tiempo se distribuye el manejo de la información vinculada a las decisiones y responsabilidades en cuestión entre las personas involucradas, según su competencia. Así, contar con protocolos para el buen manejo de la información en cuestión ayuda a proteger el flujo de datos dentro de la empresa, previniendo y reduciendo riesgos de fugas o filtraciones de información.
e. Transparencia empresarial
Asimismo, otra ventaja importante de implementar prácticas de buen gobierno corporativo es la transparencia empresarial, mediante la exposición puntual y exacta de temas estratégicos a los respectivos grupos de interés o stakeholders involucrados en el giro social, como empleados, colaboradores, accionistas, clientes, proveedores, autoridades y la comunidad afectada, aportándole claridad al desarrollo del giro y aumentando la facilidad de identificar errores ya sea para prevenirlos o repararlos.
f. Una cadena de impactos positivos
Finalmente, las ventajas para una empresa de contar con un efectivo esquema de buen gobierno corporativo enunciadas se conectan entre sí, creando una cadena de impactos positivos que incrementan la efectividad en los procesos internos y la comunicación, garantizando que el giro empresarial se conduzca íntegra, transparente y prolijamente, confiriendo valor agregado a la entidad, con confianza, mayores rendimientos, utilidades y competitividad, mejor uso de los recursos, y crecimiento.
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