La arquitecta Leticia Herreros, encargada de proyectos de infraestructura pública, explicó que actualmente las instituciones del Estado están integrando la metodología BIM (Building Information Modeling) en los llamados a licitación de nuevas construcciones, como hospitales y edificios administrativos. Esta metodología permite elaborar modelos digitales en 3D con información precisa sobre cantidades, materiales y tiempos de ejecución, lo que agiliza los procesos y mejora el control de obras.
“BIM facilita la etapa de proyecto, acelera la ejecución y brinda herramientas para el mantenimiento posterior del edificio”, destacó Herreros. Aunque el uso de inteligencia artificial (IA) todavía no se aplica directamente en los proyectos públicos, la arquitecta remarcó que el avance hacia la digitalización sienta las bases para futuras integraciones más sofisticadas. “La metodología BIM, al generar modelos computables, abre la puerta a herramientas de control y análisis que podrían nutrirse de IA en el futuro cercano”, señaló.
Por su parte, el arquitecto Jorge Bosch, viceministro de Urbanismo, Vivienda y Hábitat, resaltó que la arquitectura paraguaya vivió una transformación significativa en los últimos 15 años. Nuevos proyectos, desarrolladores e influencias regionales impulsaron la adopción de tecnologías que cambiaron la manera de construir. “Hoy se ve más innovación en los sistemas constructivos y en la planificación. No solo por el aporte de profesionales locales, sino también por la colaboración con arquitectos de países vecinos”, afirmó.
Bosch observó que los profesionales del sector ya comenzaron a experimentar con herramientas digitales y a explorar el potencial de la inteligencia artificial como apoyo al trabajo arquitectónico. “Cada uno está aprendiendo y tratando de incorporar la IA, porque puede ayudar mucho en los proyectos, especialmente en la etapa constructiva”, explicó. Según el arquitecto, el uso de IA en la planificación podría reducir significativamente los tiempos de ejecución de las obras, especialmente si se combinan con sistemas de prefabricación.
El viceministro diferenció las dos etapas esenciales de un proyecto arquitectónico: la concepción y la construcción. En la primera, destacó el valor artístico del arquitecto como autor; en la segunda, reconoció que la inteligencia artificial tendrá un impacto cada vez más fuerte. “La IA puede acelerar los procesos constructivos y reducir los tiempos a un tercio, siempre que se cuente con un diseño bien definido y planos integrados de arquitectura, estructura e ingeniería”, señaló.
Sin embargo, Bosch advirtió que la tecnología no puede reemplazar el sello creativo y humano que distingue a cada arquitecto. Comparó la arquitectura con la pintura, donde cada autor imprime su estilo personal. “Así como uno reconoce una obra de Van Gogh o de Miguel Ángel, también puede identificar el estilo de un arquitecto. Si la IA generara diseños en masa, todas las ciudades serían iguales, frías y repetitivas”, expresó.
El desafío para el sector público, según ambos especialistas, consiste en integrar la innovación sin perder el sentido humano de la arquitectura. Mientras Herreros apuesta por una gestión más eficiente mediante el uso de modelos digitales y datos verificables, Bosch plantea que la IA debe adaptarse al estilo de cada creador, convirtiéndose en una herramienta personalizada que acompañe la visión del profesional.
Ambos coinciden en que la modernización tecnológica del Estado paraguayo representa una oportunidad para lograr obras más eficientes, sostenibles y duraderas. Incorporar metodologías digitales no solo mejora la transparencia y el control, sino que también prepara el terreno para una arquitectura pública más inteligente, donde la innovación conviva con la creatividad y la identidad local.
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